En ocasiones, la ciencia y la investigación se nos antojan como un universo difícil de entender o incluso aburrido, especialmente entre los más jóvenes. A esta situación se le une el hecho de que, en muchas ocasiones, no se reconoce social y políticamente la labor de los científicos e investigadores españoles.
"Es necesario un cambio de cultura en el país para que se comience a valorar realmente a los científicos, ingenieros o matemáticos, igual que se hace con los chefs o los futbolistas", reconoce Pablo Gonzalo Gómez, Jefe de Proyectos del Área de Educación de la Fundación Telefónica. Tanto es así que, según un estudio elaborado por la propia entidad y la Universidad Autónoma de Barcelona, los aspectos que perjudican a este campo tienen que ver con la percepción social y con el sistema educativo. Para mejorar está situación, son muchas las entidades privadas que están apostando por proyectos innovadores. Uno de estos programas es Desafío Educación, lanzado por la Fundación Telefónica en 2014 con el objetivo de identificar proyectos destinados a fomentar la vocación y las competencias de los estudiantes en el ámbito de la Ciencia, la Tecnología, la Ingeniería y las Matemáticas (STEM), unos perfiles cada día más buscados. "La necesidad de profesionales en el ámbito STEM crecerá el doble en las próximas décadas. En cambio, el número de estudiantes que se decide por este tipo de carreras está en declive en nuestro país", reconoce Gónzalez. Para impulsar esta vocación científica, la Fundación Telefónica ha presentado recientemente el programa Con Ciencias y a lo loco, en el que también participa el grupo de científicos monologuistas The Big Van Theory, incluido entre las 100 mejores iniciativas de educación científica, según el estudio Desafío Educación de Telefónica.
Hasta el próximo 19 de abril, la iniciativa recorrerá seis ciudades de la geografía española, donde se llevarán a cabo sesiones de aprendizaje y entretenimiento para los alumnos y profesores de 3º y 4º de la ESO. Gonzalez asegura que la acogida en las localidades por donde ya ha pasado la convocatoria "está siendo espectacular entre alumnos y docentes".
El programa cuenta con tres tipos de actividades. En la primera de ellas, los alumnos son testigos de sesiones de monólogos de ciencia y tecnología. Uno de los más destacados explica cómo funciona y para qué sirve el Gran Colisionador de Hadrones del CERN, una máquina diseñada para colisionar partículas a gran velocidad. "Estos choques permiten simular algunos de los sucesos que tuvieron lugar inmediatamente después del Big Bang y los estudiantes del público ejemplifican el funcionamiento de este Gran Colisionador lanzándose patatas y altramuces", explica González.
Por el momento la caravana ya ha visitado las ciudades de Cádiz y Málaga, y durante esta semana llega a Valladolid para continuar por Barcelona (del 23 al 29 de marzo), Madrid (del 6 al 12 de abril) y Bilbao (del 13 al 19 de abril).
Los docentes también tienen cabida en estas jornadas: la fundación ofrece formación para profesores con el objetivo de incrementar sus capacidades de comunicación e incorporar el humor a la divulgación científica.
El broche final será un concurso de monólogos que contará con seis semifinales, una por ciudad, y una gran final a nivel nacional que se celebrará en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid. El alumno ganador y su acompañante (padre, madre o tutor), junto a su profesor, podrán visitar la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), con sede en Suiza.