
El pasado domingo conocimos al ganador del Premio Global del Profesorado, un reconocimiento internacional a la innovación educativa convocado por la Fundación Varkey, y considerado el Nobel de la Enseñanza. Una maestra estadounidense, Nancie Atwell, se hizo con la victoria, pero antes, un español se había colado entre los 50 finalistas.
César Bona, Finalista al 'Premio Global del Profesorado 2015'
¿Qué ha supuesto estar entre los candidatos a este galardón?
Para mí es un honor y una alegría. Pero más allá de lo que supone a nivel personal, es lo que ha significado para España: se está comenzando a hablar de la educación en positivo. Ese ha sido el verdadero premio. Además, esto puede servir para que otro tipo de proyectos sean más valorados y salgan a la luz iniciativas maravillosas que hay en España.
¿Cuál es su método de enseñanza?
No hay ninguna fórmula concreta. Simplemente escucho a los niños. Me gusta hacerles participar y que se sientan importantes. Además, intento estimular su curiosidad y creatividad, un elemento que es innato a ellos y que considero básico. Por otro lado, aunque mando deberes a mis alumnos, les dejo mucho tiempo para que lo hagan en casa. Además, les digo a los padres que dejen libres a los niños a partir de las siete, porque aunque hay que crear hábitos y enseñarles qué es el esfuerzo, también hay que dejarles disfrutar de la infancia.
¿Debería estar la educación más blindada para evitar las continuas reformas que impone cada Gobierno?
La educación tendría que estar por encima de cualquier político o Gobierno, y debería estar construida por profesionales.
Cada vez se está implantando más el bilingüismo en los colegios. ¿Considera que se está haciendo bien?
Tener otro idioma es fundamental. En cambio, habría que plantearlo más allá de los colegios, por ejemplo fomentando ver series en versión original, ya que la escuela no es una burbuja.
¿En qué se diferencia España de otros países que se consideran potencias en educación ?
Siempre ponemos como ejemplo a Finlandia. En cambio, en todas las comunidades autónomas hay gente que hace grandes proyectos de innovación. Por eso se debería intentar reunir a estas personas y estudiar como estas nuevas ideas podrían implantarse.
¿Qué retos de futuro tiene la educación en nuestro país?
Es vital hacer un hueco para la gestión de las emociones, ya que muchas veces no se tienen en cuenta, y nosotros, en definitiva, somos emociones. Se debería aprender a gestionarlas no sólo en el colegio, sino también en las clases de magisterio: se tendría que enseñar a los profesores a administrar sus propios sentimientos para que, más tarde, estos pudiesen aplicar ese conocimiento a los niños.
Personal: Es aficionado a la fotografía, los cortometrajes y la literatura infantil.
Carrera: Estudió Filología Inglesa y Magisterio en la Universidad de Zaragoza.
Trayectoria: Ha trabajado durante 15 años en la escuela concertada, privada y pública. Cuenta con varios proyectos de innovación educativa: enseñó a leer a niños de diez años a través del teatro y ha realizado películas y documentales.