Banca y finanzas

El regulador bancario de Australia investigará las acusaciones al Banco Commonwealth

Sídney (Australia), 28 ago (EFE).- El regulador bancario de Australia anunció hoy que investigará al Banco Commonwealth, acusado de permitir el uso de sus dispositivos de transacciones inteligentes para lavar dinero y financiar actividades terroristas.

La Autoridad de Regulación Prudencial Australiana (APRA, siglas en inglés) indicó que la investigación independiente se centrará en "la gobernanza y cultura, así como en los marcos y prácticas de responsabilidad" del Banco Commonwealth (CBA, siglas en inglés).

"La confianza de la comunidad australiana en el sistema bancario ha sido dañada en los últimos años y en particular el CBA ha sido afectado por varios asuntos que han erosionado la reputación de este banco", remarcó el presidente de APRA, Wayne Byres, en un comunicado del organismo.

A principios de mes, el Centro Australiano de Reportes y Análisis de Transacciones presentó una demanda en un tribunal federal contra el CBA por considerar que violó la ley contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo en unas 53.700 transacciones entre noviembre de 2012 y septiembre de 2015.

Según la demanda civil, el Banco Commonwealth usaba dispositivos de depósitos inteligentes mediante los que se podían transferir, en cheque o efectivo, cantidades de hasta 20.000 dólares australianos (15.800 dólares estadounidenses o 13.400 euros) sin límite de operaciones al día.

El organismo gubernamental asegura que la entidad no informó de los movimientos superiores a los 10.000 dólares australianos (7.900 dólares estadounidenses o 6.700 euros), tal y como estipulan las leyes contra el lavado de dinero.

El mondo total de las operaciones sospechosas realizadas a través de los dispositivos inteligentes del CBA asciende a alrededor de 624,7 millones de dólares australianos (unos 495 millones de dólares estadounidenses o 418 millones de euros).

Después, la Comisión Australiana de Valores e Inversiones (ASIC, en inglés) abrió una investigación para determinar si el directorio del CBA actuó ilegalmente cuando decidió no alertar a sus inversores de las actividades sospechosas y si ha contravenido las obligaciones adquiridas a través de su licencia de operaciones.

Asimismo, los accionistas del CBA iniciaron la semana pasada una demanda legal contra la institución financiera por la caída del precio de las acciones tras conocerse este escándalo.

"Al parecer mientras el directorio y la gerencia del banco han hablado de la importancia de la cultura de rendición de cuentas, este tipo de problemas continuos demuestran que su actuación hasta ahora no satisface las expectativas de los clientes y sus inversores", dijo Scott Morrison, jefe de la oficina del Tesoro de Australia.

Morrison se refería en un comunicado a más de una docena de quejas contra el CBA que han surgido desde 2008 respecto a su gestión, al felicitar al APRA por los pasos que ha dado para "restaurar la confianza" en el sistema bancario australiano.

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