
Madrid, 4 may (EFE).- El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata investiga a la cúpula del banco suizo HSBC en los años 2006 y 2007 por un presunto delito de blanqueo de capitales y organización criminal, por su colaboración en la salida y repatriación de fondos procedentes del Santander y BNP Paribas.
En su auto, De la Mata señala al presidente del Consejo de Administración entre 2006 y 2007, Peter Widmer, a los consejeros delegados en ese periodo, Christopher Meares y Clive Bannister, y a otros cuatro directivos.
A través de una comisión rogatoria en Suiza, el juez tratará de aclarar si con esta operativa SANTANDER (SAN.MC)y BNP ocultaron al fisco español y a los organismo supervisores los movimientos de dinero, todo ello con la colaboración de HSBC.
El HSBC, según los informes periciales a los que alude el juez en su auto, está preparado "para la ocultación del patrimonio y datos sensibles de sus clientes, ya que entre las ofertas de servicios figuran la creación de sociedades pantalla facilitadas activamente por sus gestores".
De la Mata aclara que no está demostrado que la sucursal en España de HSBC participara en estos movimientos, razón por la cual ha decidido investigar a la cúpula de la entidad en Suiza.
El auto está fechado el 18 de enero y es anterior al conocido ayer, en el que el magistrado llamaba como investigados, lo que antes se conocía como imputados, a siete directivos del Santander y tres de BNP Paribas por blanqueo de capitales.
A través de una cuenta denominada Nostro, se realizaron una serie de abonos que permitieron repatriar fondos desde Suiza a España, así como la salida de fondos desde España a Suiza; todo ello en cuentas cifradas que "impiden su identificación"; de este modo, no es posible saber quienes son los beneficiarios ni los ordenantes de las transferencias.
Entre las operaciones detectadas figura una del 27 de septiembre de 2005, en la cual un cliente de HSBC vendió 1,04 millones de acciones de Bankinter; el vendedor era la sociedad North Star Overseas, sociedad panameña de la que era titular Emilio Botín, el fallecido presidente del Santander.
Las mayoría de las entradas y salidas de capital, señala el auto, se realizaron mediante transferencias ordenadas por los clientes y no en efectivo e, incluso, en algún caso "el gestor advierte al cliente de los riesgos de cruzar la frontera con importantes sumas en efectivo".
Estas transferencias, según los informes de los peritos, muestran "indicios para ser sospechosas de blanqueo de capitales"; todo ello se habría articulado a través de "gestores e intermediarios financieros" cuya operativa quedó reflejada en la documentación obtenida en junio de 2016 en las sedes de Santander y BNP Paribas en España.
Además del expresidente y de los ex consejeros delegados, De la Mata investiga a Beatriz Sánchez, miembro del Comité de Mercados del grupo Diram, a Pierre-Alain Sigg, de la dirección general del grupo Aedir; a María Sánchez, adscrita al grupo Iberia, y Didier Péclard, responsable del servicio jurídico y de cumplimiento normativo.
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