
El Gobierno belga ha decidido inyectar 3.500 millones de euros en el banco KBC, que sufrió una fuerte caída en la última jornada bursátil a raíz de los rumores sobre su falta de solvencia y liquidez. La entidad emitirá para el Estado títulos por esa cantidad "a semejanza de las iniciativas similares en todo el mundo", operación que espera que quede regulada a más tardar a finales de año.
La emisión de títulos no significa que el Estado pase a formar parte del accionariado del banco, de hecho, la operación no modifica la posición de los accionistas actuales, según aclaró la radio pública belga RTBF. Se espera que la operación que quede regulada a más tardar a finales de año.
Del importe total de 3.500 millones de euros, KBC destinará 2.250 a su actividad bancaria y el resto a sus operaciones de seguros, según ha informado la compañía en un comunicado.
Según la edición digital del diario Le Soir, la intervención será compensada con la inclusión de dos representantes estatales en el consejo de administración de la entidad.
Reunión extraordinaria
Los detalles de la intervención se están explicando tras el termino del Consejo de ministros extraordinario que ha tomado la decisión a primera hora de esta mañana. El encuentro ha estado presidido por el titular de Finanzas, Didier Reynders, en ausencia del primer ministro, Yves Leterme.
El grupo bancario y asegurador belga era el único de cierto peso en el mercado nacional que aún no había recibido asistencia pública. Según han indicado desde la entidad, esta operación no pone en duda no pone en cuestión "la sólida posición financiera" del banco.
"Nuestra posición de solvencia es sólida y muy superior a la media del sector y a las exigencias legales. Esto no ha cambiado los últimos meses ni los últimos días", aseguró el consejero delegado de KBC, André Bergen. "Sin embargo, los sentimientos en los mercados de capital han cambiado de manera fundamental y han llevado estas últimas semanas a una demanda unívoca de criterios de capital más elevados para las instituciones financieras. En este contexto, es prudente actuar de manera proactiva reforzando nuestro capital excedentario", señaló Bergen.
Previemente, el Estado belga ya ha tenido que acudir al rescate de Fortis -al que primero inyectó capital y que acabó dividido, en manos del Estado holandés y del banco francés BNP Paribas- y de Dexia, una entidad especializada en la financiación de pequeñas empresas.