
Madrid, 24 oct (EFE).- El Grupo Banco Popular obtuvo un beneficio neto de 956,4 millones de euros entre enero y septiembre de 2008, lo que implica un incremento del 3 por ciento en comparación con el mismo periodo del año pasado, comunicó hoy el banco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La entidad presidida por Angel Ron vio cómo su tasa de morosidad casi se triplicaba y se situaba en el 2,19% tras clasificar como activo dudoso el riesgo con Martinsa-Fadesa, al tiempo que el ratio de cobertura de la cartera crediticia contra morosos adelgazaba drásticamente y se situaba en el 85,57%, frente al 232,9% de un año antes.
A cierre de septiembre, la cartera total de créditos a la clientela del Grupo se situaba en 91.959 millones de euros, un 5,7% más que en el mismo periodo de 2007, impulsada especialmente por los créditos a las Administraciones Públicas, que se elevaron el 78,1%, mientras las hipotecas aumentaban el 7,2% y el crédito comercial caía el 16,7%.
Asimismo, en estos resultados, que superan ligeramente las previsiones de los analistas, destaca la dotación de 1.955 millones de euros en provisiones para insolvencias, que creció el 10,2 por ciento respecto a las acumuladas un año antes.
En cuanto a los recursos gestionados por la entidad, tanto los consignados dentro como fuera del balance, se situaron en 99.716 millones de euros, un 1,3% menos que un año antes, lastrados por el retroceso de los fondos de inversión (el 22,1% menos), de los patrimonios gestionados (el 44,9%) y de los planes de pensiones (el 4,1%).
Según explica la entidad, esta cuenta refleja su capacidad para generar ingresos basados en el negocio recurrente "en un entorno macroeconómico adverso" y en un trimestre que "ha visto tomar cuerpo a una de las más serias crisis financieras que han asolado la banca internacional en los últimos 70 años", que aún no ha terminado de pasar factura a la economía mundial.
En estas circunstancias tremendamente adversas, la respuesta de confianza que han dado al banco sus clientes e inversores, junto con la ausencia en su balance de productos tóxicos, el control de los riesgos y la existencia de una "potente segunda línea de liquidez" de 13.350 millones de euros para afrontar el cierre de los mercados, explican esta evolución.
Además, la estructura del balance del banco ha mejorado al disminuir en 200 puntos la dependencia del pasivo procedente del mercado mayorista en comparación con el trimestre anterior, y esto ha ocurrido gracias al incremento del 24% de los depósitos de clientes, -un 57% los depósitos a plazo-, que han aportado parte de la liquidez necesaria, explica el banco.
En cuanto a los principales márgenes de negocio de la cuenta, el de intermediación -diferencia entre ingresos por créditos y gastos por depósitos mas dividendos- ascendió a 1.894,19 millones de euros tras elevarse el 10,3%, una evolución que el Grupo considera que refleja su fortaleza.
El margen ordinario -que suma al anterior los ingresos por comisiones- creció el 7,3% y se colocó en 2.695,5 millones, pese a que las comisiones se mantuvieron prácticamente planas y retrocedieron el 1% debido a una política comercial "más orientada a la captación de depósitos de balance".
Además, en este margen también influyó la caída del 50% en la aportación de empresas participadas por el Grupo Banco POPULAR (POP.MC)
Tras restar unos gastos de 879,5 millones de euros, que habían crecido el 8,7% a consecuencia de la integración del banco estadounidense TotalBank y de la apertura de oficinas, sobre todo de Mundocredit, así como de la adaptación a Basilea II, el margen de explotación -el que mejor recoge la evolución del negocio típico bancario- fue de 1.769 millones de euros, un 6,3% más que un año antes.