
Gracias a las redes sociales podemos encontrar un trabajo, conocer nuevos amigos y, ahora, también acceder a un crédito con más facilidad. Las nuevas tecnologías en el campo del Big Data han hecho posible que la concesión de un préstamo ya no dependa sólo de los ingresos del solicitante, de si tiene un historial de crédito perfecto o de que haya restricciones financieras por la situación económica.
Empresas del sector de préstamos rápidos online, como Zaimo o Kredito24, han innovado al aplicar un sistema que analiza más de 15.000 variables antes de aprobar un crédito, entre las cuales figura la actividad pública en las redes sociales. Gracias a esta nueva forma más exhaustiva de evaluar el perfil de crédito del solicitante, los ciudadanos que hayan incurrido en algún impago en el pasado tienen la oportunidad de acceder a un crédito siempre y cuando el análisis del conjunto de variables sea positivo.
Entre los datos considerados, que son siempre de carácter público y obtenidos previo consentimiento del usuario, figuran el perfil de nuestros amigos, el número de contactos y los grupos en los que participemos. Las redes sociales que suelen influir más son Facebook y Linkedin. No obstante, también se evalúa información de Twitter, Google+, Foursquare o Instagram, además de otras muchas.
Calidad de nuestros contactos
El perfil de nuestro círculo de contactos es uno de los parámetros de redes sociales que se analiza. Los datos que se miden son su posición laboral -si se muestra-, el estatus social, número de amigos o grupos a los que pertenecen.
Esto no quiere decir que haya que tener miles de fans para incrementar las posibilidades de ver nuestro crédito aprobado. La calidad de nuestros contactos es más importante que la cantidad de amigos o seguidores.
Tampoco resultan determinantes ni las interacciones, como los 'likes', 'shares', recomendaciones o menciones, ni el tiempo que pasemos frente a la pantalla del ordenador en redes sociales.
No es algo decisivo
Aunque relevante, la información pública procedente de las redes sociales es sólo una parte entre las miles de variables que se consideran para calcular el scoring de crédito de una persona. Por sí sola no es definitiva para aprobar o denegar un crédito. Sin embargo, sí tendrá más peso en el resultado final en aquellos casos en que el resto de datos analizados resulte insuficiente.
El objetivo de este procedimiento es obtener la mayor cantidad posible de datos cuantitativos y cualitativos, siempre que sean de carácter público y con consentimiento del usuario, para tomar así una decisión de forma precisa y que cada vez más personas tengan oportunidad de acceder a un crédito.
"Las nuevas tecnologías nos brindan la oportunidad de hacer realidad un acceso al crédito más sencillo y universal, sobre todo después de las restricciones financieras que han padecido empresas y ciudadanos como consecuencia de la situación económica. Gracias al Big Data, ahora podemos combinar miles de variables, tomar una decisión informada sobre la concesión de un crédito y responder al cliente sobre su solicitud con rapidez", comentó Eduardo Marín, country manager de Zaimo en España.