Banca y finanzas

Las cajas usarán el 50% del dividendo de sus bancos para el fondo de reserva

  • La patronal del sector valora de forma positiva el desarrollo de la Ley
Banco de España.

Las antiguas cajas con el 50 o más en propiedad de sus bancos filiales (La Caixa, Kutxabank, Unicaja e Ibercaja) encaran exigentes requisitos si no optan por reducir la participación accionarial por debajo de dicho umbral. La troika impuso obligarles a constituir un fondo de reserva para socorrer a la filial en el futuro si sufriera déficits de solvencia y quedaba por definir la letra pequeña.

El borrador de circular puesto ayer a consulta por parte del Banco de España opta por criterios conservadores, dejando fuera demandas expresadas por algunas entidades.

Las cajas, convertidas obligatoriamente en Fundaciones, en esta situación dispondrán de cinco años para acumular la hucha, siendo obligatorio que retengan, al menos, el 50% del dividendo cobrado en efectivo del banco filial, sin posibilidad de que lo destinen a lo que es su labor prioritaria: financiar proyectos de Obra Social.

¿Romper la vinculación?

La Troika quería romper toda vinculación entre banco y las nuevas fundaciones para evitar cualquier interferencia en la gestión. Bajo este espíritu, la circular incentiva la desinversión paulatina en el capital de la filial por la vía de la penalización, en la medida que exige acumular mayores recursos cuanto más amplia sea la propiedad accionarial.

El importe del fondo de reserva se calculará en función del riesgo del banco, pudiendo ser la hucha hasta dos veces y medio mayor si su solvencia se encuentra por debajo del 10 o excede el 13%. El supervisor incentiva que la filial salga a cotizar a bolsa permitiendo a la caja reducir la factura si un mínimo del 25% del capital se negocia en el parqué.

A la inversa, obliga a realizar mayores reservas a medida que la participación rebasa el 60% o 70%. En el mejor de los casos nunca será inferior al 0,5% de los activos ponderados por riesgo del banco y el esfuerzo de creación deberá ser igual todos los años o "decreciente". Para nutrirlo la caja deberá echar siempre mano de fondos propios. Es decir, de reservas o el fondo dotacional, constituido para la obra social.

No podrán compartir capital

La circular obliga además a la fundación a invertir ese colchón en activos de máxima liquidez y calidad crediticia impidiendo que se usen para comprar acciones de la filial. El supervisor ha desatendido la petición de Kutxabank de permitir que el fondo se alojase en el banco, algo que hubiese contribuido a reforzar su solvencia, y exige que lo tenga la fundación u otra subsidiaria que no consolide en el banco.

Desde la patronal de las cajas, CECA, valoraron de forma "positiva" el desarrollo que esta circular da a la Ley de Cajas y que ofrezca a las fundaciones bancarias elegir entre dotar el fondo de reserva o aprobar un plan de desinversión.

No será necesario acumular el fondo si se comprometen a reducir la participación por debajo del 50%. El Banco de España habilita hasta cinco años para las que opten por esta vía, si bien tendrán la obligación de presentarle un plan de desinversión con detalle exhaustivo de cómo procederán a ella. El supervisor podría obligarles a constituir el fondo de reserva de detecta incumplimientos del plan.

En este aspecto se ha desoído las pretensiones del sector de no fijar calendarios para evitar presiones sobre el valor de los bancos, en la medida que los inversores podrían aprovechar la desinversión cierta para pujar a la baja.

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