Banca y finanzas

El grupo austríaco Volksbanken suspende las pruebas de resistencia

Viena, 26 oct (EFE).- El grupo austríaco Volksbanken (OVAG), parcialmente nacionalizado debido a sus problemas financieros, ha suspendido las pruebas de solvencia de la banca europea con un déficit de capital hasta 2016 de 865 millones, informó hoy el Banco Central Europeo (BCE).

La noticia era esperada tanto por las autoridades austríacas como por los reguladores y el mercado, que habían adelantado que esta cooperativa de unos 50 bancos regionales, de la que el Estado posee el 43 por ciento tras tres rescates en seis años, tenía problemas en sus balances.

La entidad es de pequeño tamaño y no es considerada sistémica, y el ministro de Finanzas austríaco, Hans Jörg Schelling, ya anunció a mediados de mes un plan para sanear OVAG con la segregación de una sociedad que acoja sus activos tóxicos.

La Comisión Europea aprobó dos tramos de ayuda estatal para Volksbanken por 1.350 millones de euros en 2012, lo que supuso la entrada del Estado en el accionariado con el 43 por ciento, y el plan de reestructuración de la entidad no prevé nuevas inyecciones de capital público en la entidad.

Los problemas de la entidad derivan de su filial en Rumanía y sus créditos morosos en Europa del Este, por lo que los planes previstos son vender sus participaciones en el extranjero y centrarse en el negocio en Austria, donde además se reducirá el número de entidades propietarias de la cooperativa, de alrededor de 50 a 12.

Los restantes bancos austríacos sometidos al examen -BAWAG, Erste Group y tres entidades del grupo Raiffeisen- han pasado sin demasiados apuros las pruebas de solvencia aplicadas por el BCE, pese a que cuentan con grandes intereses en Europa del Este, incluida Ucrania y Rusia, lo que podía lastrar sus balances.

El BCE exigía una solvencia de al menos el 5,5 por ciento en el escenario más adverso y el OVAG sólo alcanzó el 2,06 por ciento, mientras que BAWAG logró un 8,5 por ciento, Erste un 7,6 por ciento y Raiffeisen Zentralbank un 7,8 por ciento.

Raiffeisen y Bank Austria, perteneciente al italiano UniCredit, se encuentran entre los mayores bancos extranjeros en Ucrania, inmersa en un conflicto separatista, y Rusia, un país sometido a sanciones por parte de la Unión Europea (UE) por su papel en apoyo de los secesionistas en Ucrania.

Erste Group Bank, participado por Caixabank, es dueño del banco más grande de Rumanía y del segundo más grande de Hungría, países que en los últimos años han pasado por crisis económicas y cuyas monedas se han devaluado.

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