
La prisión preventiva no ha impedido, de momento, al expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, mantener algunos cargos. La aseguradora Mapfre cuenta todavía con él como consejero de su filial española, Mapfre Familiar.
El código de conducta interno del grupo que preside Antonio Huertas determina que los administradores deben tener, además de cualificación personal, una trayectoria personal de respecto a las leyes mercantiles y carencia de antecedentes penales por delito de falsedad, violación de secretos, malversación de caudales públicos y, en general, delitos contra la propiedad.
Por ahora, Blesa cumple los requisitos exigidos por la aseguradora, al no haberse dictado sentencia, pero se encuentra en la cárcel de Soto del Real por un presunto delito societario, de administración desleal y de apropiación indebida en relación a la compra de City National Bank of Florida.
El expresidente de Caja Madrid llegó al consejo de Mapfre Familiar en junio de 2010, poco después de su salida del órgano rector del grupo asegurador como consecuencia de su sustitución al frente de la entidad por Rodrigo Rato.
Alianzas y amistad
De esta manera, la compañía compensaba la buena relación establecida, principalmente, con su entonces máximo responsable, José Manuel Martínez. La amistad de éste con Blesa se fraguó a los largo de los años, principalmente por las alianzas corporativas selladas, como el pacto para compartir el negocio de bancaseguros y la entrada de Caja Madrid en el accionariado de Mapfre, con un 15% del capital. La relación se ha mantenido también con Huertas. De hecho, el banquero es una de las caras habituales que acuden año tras año a la junta general de accionistas de la aseguradora.
Blesa no sólo consiguió este puesto de consejero tras dejar el sillón de Caja Madrid. FCC, el otro gran aliado de la entidad bajo su mandato, le nombró consejero de su filial de construcción. La elección se produjo en marzo de 2012, casi un año después de que el grupo constructor le cesara como independiente en la matriz.
Los cambios en la estructura de la firma controlada por Esther Koplowitz recientemente han llevado a que el expresidente de Caja Madrid fuera cesado de su cargo de vocal en FCC Construcción en marzo de este mismo año, antes de que el juez Elpidio José Silva le enviara a prisión por primera vez.
La llegada de Rato a la entidad madrileña supuso una marcha rápida, pero paulatina, de Blesa de todos los consejos en los que se sentaba. Así sucedió no sólo en Mapfre. Tuvo que dejar el sillón en Iberia, Indra, etc. No ocurrió lo mismo con FCC, ya que no estaba en representación de la caja sino a título personal y en calidad de independiente. Se mantuvo en el cargo del grupo constructor hasta mediados de 2011. Después pasó a la filial.
Blesa se enfrenta a una pena de más de cuatro años de prisión, según adelantó el magistrado en una conferencia organizada por este periódico, si finalmente es condenado por los presuntos delitos de los que se le acusa.
Mapfre todavía no ha movido ficha, pero si finalmente se produce una sentencia en este sentido el banquero tendrá que dejar el órgano rector de su filial española.