Standard & Poor's ha amenazado con rebajar el rating del Banco Popular aún más dentro de la categoría de "bono basura" por la "incertidumbre" sobre sus nuevas necesidades de capital, que podrían aflorar en las pruebas de resistencia que se conocerán en septiembre.
En un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el Popular señaló que la alerta negativa lanzada por la agencia de calificación de riesgos "se resolverá una vez sean conocidos" los resultados de esas pruebas "y las consecuencias que pudieran tener para la entidad".
Actualmente, Standard & Poor's tiene otorgada una calificación de BB+ a la deuda a largo plazo del Popular, lo que ya se considera como "bono basura".
La firma estadounidense también mantiene en vigilancia para una posible rebaja a Bankia y su matriz BFA y a Ibercaja, en proceso de fusión con Liberbank y CajaTres, a la espera de que se publiquen en septiembre los resultados de las pruebas de resistencia y se clarifiquen las cantidades que recibirán de los fondos europeos.
Según advierte, en ese grupo de entidades que no pueden cubrir sus necesidades de capital por sí solas a corto plazo podría estar el Popular, aunque recuerda que "no ha solicitado el apoyo del Gobierno".
"No hemos actuado sobre los ratings de otras instituciones financieras españolas hasta ahora, ya que todavía no tenemos información suficiente para valorar si es probable que reciban ayuda del Gobierno para recapitalizarse", señala Standard & Poor's, que avisa de que en ese caso las calificaciones de la deuda sufrirán las correspondientes rebajas.
S&P recuerda que las entidades financieras que requieran parte de los 100.000 millones de euros puestos a su disposición por Bruselas tendrán que presentar planes de reestructuración que aseguren su viabilidad a largo plazo sin la ayuda estatal. Dichos planes deberán incluir, entre otras, iniciativas para reducir su negocio, lo que "podría tener implicaciones negativas en sus franquicias y en la estabilidad del negocio", señala. Además, recuerda que los accionistas de esas entidades financieras y los inversores en deuda sufrirán pérdidas probablemente.
El próximo mes de septiembre se darán a conocer las necesidades de capital de las principales entidades financieras españolas, tras las pruebas de resistencia encargadas por el Gobierno español a las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger y a las auditoras Deloitte, KPMG, PwC y Ernst & Young.