El mayor banco francés registró en el segundo trimestre del año unos beneficios netos de 1.850 millones de euros, lo que supone un descenso del 13% respecto al resultado del mismo periodo del año pasado. A pesar de ello, la cifra supera los 1.650 millones de euros previstos por los analistas consultados por Bloomberg.
De este modo, en el primer semestre, BNP Paribas mantuvo prácticamente estable su beneficio con 4.715 millones de euros.
El producto neto bancario de la entidad, equivalente al volumen de negocios, experimentó en cambio un retroceso del 11,8% en el primer semestre, hasta los 19.984 millones de euros, debido principalmente a un impacto negativo de 557 millones de euros por la revaluación de la deuda propia.
Los gastos de gestión disminuyeron de enero a finales de junio un 1,1%, hasta los 13.184 millones de euros, y su resultado bruto de explotación (ebitda) se situó en 6.800 millones, un 27,2% menos que en el primer semestre de 2011.
Su resultado de explotación en estos seis primeros meses llegó a los 5.002 millones de euros, un 29,2% menos que en el periodo comparado.
El coste del riesgo del grupo retrocedió por otra parte hasta los 1.798 millones de euros, un 20,8% menos que en la primera mitad del año pasado, en la que se incluía el efecto de los 534 millones de euros del plan de ayuda a Grecia.
El banco añadió que sus reservas de liquidez y de activos disponibles se elevan a 200.000 millones de euros y representan casi la totalidad de sus recursos de tesorería a corto plazo.
El administrador director general del grupo, Jean-Laurent Bonnafé, consideró que, teniendo en cuenta la dificultad del entorno económico y del mercado, los resultados logrados hasta la fecha son satisfactorios y sitúan a BNP Paribas como "uno de los grandes bancos internacionales mejor capitalizados".