
Ginebra, 7 feb (EFE).- Los 2.000 millones de euros que UBS perdió este año por las actividades financieras irregulares de uno de sus agentes de bolsa en Londres han supuesto para el mayor banco suizo un recorte en sus beneficios interanuales del 43,8 %.
La entidad financiera informó hoy de que cerró el pasado ejercicio con un beneficio neto operativo de 4.233 millones de francos (3.527,5 millones de euros), frente a los 7.534 millones de francos (6.278 millones de euros al cambio actual) del año 2010.
El recorte se aceleró en el último trimestre del año, con un beneficio neto operativo de 393 millones de francos suizos (327,5 millones de euros), lo que representa un caída del 61,4 % frente al trimestre anterior, cuando ascendió a 1.018 millones de francos.
El beneficio antes de impuestos también retrocedió entre octubre y diciembre en 396 millones de francos suizos (330 millones de euros), hasta los 584 millones de francos (486,6 millones de euros).
En el último trimestre de 2011, UBS (UBSN.CH)registró además unos gastos operativos de 5.383 millones de francos (4.485,8 millones de euros), un descenso de 49 millones (1 %) con respecto al trimestre anterior.
Al final del año pasado, UBS empleaba a 64.820 trabajadores, 1.101 empleados menos que al término de 2010, debido a la puesta en marcha del programa de reducción de costes de la entidad suiza.
Los costes operativos de UBS se recortaron en 2011 en 2.100 millones de francos (1.750 millones de euros), incluida también una reducción de los bonos del 40 % con respecto a 2010.
Los ingresos totales del grupo ascendieron a 6.000 millones de francos (5.000 millones de euros) y su rato de solvencia o tier 1, según los criterios de Basilea II, pasó del 18,4 al 19,7 %.
El banco subrayó que en lo que se refiere al flujo de capitales, la situación fue positiva, lo que indicaría que los clientes han recuperado la confianza en la institución pese a sus problemas.
En el conjunto de 2011, UBS recibió nuevos fondos por valor de 42.400 millones de francos (35.333 millones de euros), mientras que en el último trimestre la cantidad de "dinero fresco" ascendió a 5.200 millones de francos (4.333 millones de euros), un nivel equivalente al registrado entre los meses de julio y septiembre.
Los datos dados a conocer hoy reflejan sin duda el impacto de los 2.000 millones de euros de pérdidas causadas por las operaciones irregulares realizadas presuntamente por uno de los agentes bursátiles de UBS en su división de inversión en Londres.
Las pérdidas atribuidas al "broker" Kweko Adoboli, que se declaró inocente en el proceso que se sigue en su contra en Londres asegurando que sus jefes conocían los riesgos asumidos, fueron un duro golpe financiero para UBS, que había levantado cabeza tras el impacto de la crisis de las hipotecas basura en EEUU en 2008.
La división de inversión, que estuvo en el origen del agujero financiero y que ha sido remodelada en profundidad y disminuida en su operatividad, logró reducir con fuerza sus pérdidas trimestrales, pero no lo suficiente como para volver a la normalidad.
De unas pérdidas de 650 millones de francos (541,6 millones de euros) en el tercer trimestre, se pasó a 256 millones en el cuarto.
Para todo 2011, la banca de inversión tuvo unos beneficios antes de impuestos de 304 millones de francos (253,3 millones de euros), cifra sensiblemente menor (un 86,1 %) que los 2.190 millones de francos (1.825 millones de euros al cambio actual) de 2010.
El consejero delegado del grupo, Sergio P. Ermotti, manifestó que los resultados reflejan la exigencia de sus clientes de tener "seguridad, estabilidad y el mejor consejo inversor para que puedan hacer frente con éxito a la turbulencia de los mercados".
"Estamos en una posición única para conseguir eso exactamente. Seguimos reforzando nuestro capital, situándonos por delante en el proceso de la industria de construir nuevos requisitos de capital y situamos a los clientes en el centro de todo lo que hacemos", dijo.
En un comunicado, Ermotti apostó por "productos integrales y servicios a la medida de los clientes", y consideró que su situación de ventaja competitiva "permitirá a UBS ofrecer en el futuro beneficios atractivos y sostenibles a nuestros accionistas".
Ermotti sustituyó el año pasado al frente del banco a Oswald Grüber, que dimitió en septiembre para asumir la responsabilidad por las pérdidas de 2.000 millones de euros en la banca de inversión.