Banca y finanzas

El sector financiero español cree que saldrá reforzado con los test de estrés

  • El sector sostiene que el resultado final será positivo y que no se precisarán más ayudas

La banca española saldrá bien parada en los test de estrés europeos que se conocerán hoy ya que, en conjunto, no precisaría de capital adicional para cumplir los requerimientos en el escenario más adverso que plantea la autoridad europea EBA.

Este aprobado general, o prácticamente general, no será, sin embargo, fácil de trasladar como tal a los mercados por la metodología aplicada, que excluye del cómputo diversos instrumentos financieros diseñados para absorber eventuales pérdidas y, sin los cuales, la "nota" inicial es más baja, pudiendo llegar en algunos casos al suspenso.

La decisión de la EBA, con el argumento de homogeneizar el examen aplicado a entidades de diferentes países europeos, le obliga a incluir después, para saber realmente cual es la "calificación" definitiva, estos instrumentos, cuya suma es la que determina si alguna entidad cosecha o no calabazas en el test.

Una nota sin ningún valor

A alimentar el embrollo, sobre si habrá o no cates en España, ha contribuido la ministra de Economía, Elena Salgado, que aseguró el pasado lunes que sí se producirían suspensos, al no incluirse las provisiones genéricas. Lo que debió de matizar Salgado es que este suspenso no significa nada, ya que cuando se establece si la entidad necesita reforzarse o no se produce al sumar otros recursos a su alcance, por ejemplo, las genéricas.

Esta confusión, en opinión de algunas entidades españolas buscada por la EBA para penalizar a nuestro periférico país, no evitará mostrar que el sistema financiero resiste sin necesidad de inyecciones extra significativas de ayuda pública.

Pero, según afirman desde diferentes fuentes del sector, lo que no tiene sentido es asignar un suspenso a una entidad cuyos instrumentos y recursos propios le permiten afrontar una situación adversa sin necesidad de recabar más capital.

Por ello, se da por sentado que todos los bancos y prácticamente todas las cajas, sino todas, superarán los exigentes test europeos.

Ayer mismo dos entidades, Pastor y CatalunyaCaixa, explicaban a través de comunicados que ambas superan el examen. En el caso del banco la obtención del aprobado se obtiene tras sumar las provisiones genéricas y una emisión de obligaciones convertibles. La entidad catalana, además de computar las genéricas, tiene en cuenta las plusvalías de la venta de su participación en Repsol.

El mayor temor de las entidades no es si superan o no el test, sino explicar que lo han hecho a pesar de la metodología confusa de la EBA. El sector español se siente especialmente agraviado, tanto por la exclusión de algunos instrumentos como el criterio aplicado para "estresar" la economía española.

Agravios a España

El punto más polémico, aunque no único, es que las provisiones genéricas, el colchón constituido para absorber pérdidas en situaciones adversas, ha quedado excluido del cómputo del ratio de capital.

Otro instrumento excluido son las convertibles cuyo vencimiento sea más allá de 2012.

Por contra, tanto las preferentes del Frob como las nuevas ayudas públicas, comprometidas y no desembolsadas, se tienen en cuenta.

Estos puntos serán hoy recalcados desde el sector de los bancos, que se sienten doblemente agraviados por estos criterios. Ningún banco español ha percibido dinero público y a todos ellos se les resta las genéricas y a casi todos se les excluye las convertibles.

Por ello, uno de los puntos que destacarán hoy es que todos ellos superan los test de estrés sin esa ayuda extra, al contrario que buena parte de las cajas.

Por su parte, desde las cajas, se resaltará que tras los procesos de reestructuración y recapitalización en marcha ya están en disposición de soportar condiciones económicas más adversas y continuar con sus planes de mejora de rentabilidad.

En lo que todos estarán de acuerdo es en quejarse del estrés sometido a España. La EBA ha considerado, para su escenario más complicado, que el PIB de España retroceda el 4,5%, por encima de la media que aplica en la UE. Algo parecido ocurre con los inmuebles, ya que considera, por ejemplo, que el suelo y los locales comerciales pueden caer casi un 47%, superior a cualquier otro país europeo, incluyendo Grecia, Portugal o Gran Bretaña.

Otro punto para pensar en un agravio comparativo es que las pérdidas estimadas en los créditos debieron ser aumentadas en un 40% sobre los cálculos de las propias entidades, un porcentaje mucho mayor al exigido en cualquier otro sistema financiero.

"La EBA quiso rehacer los resultados españoles hasta que le pareció que salían suficientemente mal. El prestigio que quiere conseguir no lo puede obtener siendo estricto con griegos, irlandeses o portugueses, así que nosotros parece que somos perfectos para ese propósito", explica un alto directivo de una entidad española, una opinión compartida por la inmensa mayoría de sus colegas, aunque nunca expresada en público.

No hay que olvidar que el rigor de los anteriores test de estrés se puso en entredicho cuando los bancos irlandeses bordearon la quiebra pocos meses después de haber superado sin tacha los pruebas de resistencia. La EBA, de nueva creación, pretende ahora ganar ese prestigio con unos test más duros.

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