
La nueva normativa para los préstamos que se hará oficial esta semana supondrá una reducción en la concesión de préstamos sin garantías reales, según advierte la banca.
El Banco de España implantará una contabilidad más severa con los morosos, obligando a las entidades bancarias a dotar de provisiones por los préstamos impagados en un plazo inferior al ahora establecido.
De esta manera, y según publica hoy el diario El País, el período de provisión pasa a ser de sólo un año, en lugar de ser de entre dos y cinco años.
En la práctica este cambio en la regulación acarreará más problemas de acceso al crédito, según denuncia la banca, y un mayor perjuicio para los préstamos que se conceden sin garantías reales, los que solicitan habitualmente pymes y también particulares que los emplean para consumo.
Como consecuencia de esta nueva restricción del dinero en circulación, la recuperación económica podría dilatarse.
El Banco de España justifica su decisión en un intento de "fortalecer a las entidades financieras", según el diario de Prisa.
Por su parte, las cajas, con mucho menos negocio en préstamos a empresas y al consumo, han dicho que no esperan que los cambios establecidos por el supervisor les vaya a perjudicar mucho.