Madrid, 11 jun (EFE).- El Banco Sabadell y el Guipuzcoano, que han confirmado hoy al supervisor bursátil que negocian su fusión, continúan trabajando para crear una entidad que tendría 94.000 millones de euros en activos dentro de una fusión enmarcada en la reestructuración que vive el sector financiero.
En sendos comunicados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), las dos entidades indicaron que no se ha tomado decisión alguna en cuanto a la operación, que se produciría básicamente por un "canje de acciones u otros instrumentos financieros".
Esta operación tendría el visto bueno del Banco de España que ya estaría informado de ella misma, indicaron a EFE fuentes conocedoras de una operación sobre la que las entidades estudian su viabilidad.
Este asunto fue tratado ayer en una reunión ordinaria de la Comisión Delegada del Banco GUIPUZCOANO (GUI.MC) que celebrará consejo de administración el 25 junio, mientras que el SABADELL (SAB.MC)reunirá a su consejo de administración un día antes.
Si los consejos de administración dan luz verde a la operación, ésta sería la primera fusión entre bancos medianos en la actual crisis y supondría prácticamente una absorción del Guipuzcoano, con unos activos ocho veces inferiores a los del Sabadell.
La entidad resultante tendría un volumen superior a 94.000 millones de euros, pero no cambiaría su posición en el ránking de bancos españoles, ya que el Banco Popular seguiría siendo el tercero con un volumen de 129.000 millones.
En principio se espera que esta fusión no pida ayudas al Fondo para Reestructuración y Reordenación Bancaria (FROB), han señalado las mismas fuentes, tal como también ha hecho La Caixa al anunciar la fusión por absorción con Caixa Girona.
Las redes de oficinas de ambas entidades son muy complementarias porque el Guipuzcoano (con 1.266 empleados) es fuerte en la zona norte de España mientras que el Sabadell (con 9.839 trabajadores) tiene una fuerte implantación en Cataluña, en Levante y Andalucía.
Banco Sabadell ha basado tradicionalmente su crecimiento en compras bancarias de entidades de mayor tamaño, entre las cuales han destacado la del Natwest, el Banco Atlántico y, la última, el Banco Urquijo.
La Generalitat de Cataluña ve positiva esta fusión y ha destacado que se enmarca en la reestructuración del sistema financiero actualmente en marcha.
El director general de Política Financiera de la Generalitat, Jordi Pericàs, señaló que "todo lo que suponga enviar mensajes al resto del mundo de que España está haciendo los deberes y de que estamos concentrando nuestro sector financiero, es positivo".
Además, agregó que "lo mismo se puede decir de que Bancaja se haya sumado a la SIP que lidera Caja Madrid y en la que participa una caja catalana, Caixa Laietana".
Sin embargo, no todas las reacciones han sido positivas y el sindicato LAB ha denunciado hoy que el Guipuzcoano ha adoptado una política de reducción de su plantilla desde el pasado año para facilitar su venta.
La fusión con el Banco Guipuzcoano culminaría dieciséis años de políticas continuadas de compras o fusiones en las que un pequeño banco con sede en Sabadell ha acabado por convertirse en el cuarto grupo bancario español.
El primer salto adelante se produjo en 1996, cuando compró por 142 millones de euros el banco Natwest en España, una vez que el grupo británico optó por retirarse del mercado de banca minorista en este país.
Sabadell optó por reconvertir la parte de la red del Natwest que tenía como principal cartera de clientes a turistas de la Costa del Sol, a los que se dio servicio bajo la marca Solbank.
Ésta sería una de las características fundamentales de la expansión del Banco Sabadell: el mantenimiento de las marcas de los bancos que adquiría.
En 2002 aprobó el proyecto de fusión por absorción del Banco Herrero, en la que fue la segunda gran operación corporativa del grupo, mientras que un año después presentó una opa por el 100% del capital de Banco Atlántico, operación que culminó en 2004 y gracias a la cual creó la marca comercial Sabadell Atlántico y se consolidó como el cuarto grupo bancario español.
La última compra se produjo cuando en mayo de 2006 adquirió en subasta el Banco Urquijo por 760 millones de euros, con lo que en los últimos siete años el banco que preside Josep Oliu se ha gastado en compras sólo en España más de 2.200 millones de euros.
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