
Madrid, 22 abr (EFE).- El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, pidió hoy que ninguna entidad financiera española sea liquidada, sino aprovechada para crear otra "con más potencia y capacidad para crear riqueza y bienestar".
Durante su intervención en el XVI Encuentro del Sector Financiero organizado por Deloitte y ABC, Martín explicó que el sistema financiero español "sigue siendo sólido", por lo que las aportaciones de capital que se realicen en bancos y cajas deben usarse para fortalecer el sistema en su conjunto y no para salvar entidades de forma individual.
En el escenario internacional, Martín abogó por que las entidades financieras que reciban capital lo devuelvan una vez superada la crisis y pidió que se decida cuanto antes la forma en que los distintos países van a deshacer las medidas que tomen de estímulo fiscal, expansión monetaria y capitalización.
En cuanto a la primera de estas "recetas" para salir de la crisis ofrecidas por el G-20, Martín se mostró de acuerdo con el Banco de España en que en nuestro país, la vía del estímulo fiscal "está prácticamente agotada" y su uso "sólo puede introducir mayor debilidad, desconfianza e incertidumbre".
En España estamos en medio de la mayor recesión económica de la que se tiene noticia pero no hemos sufrido una crisis financiera, explicó, "porque nuestro sistema bancario está prácticamente intacto y ha soportado el cierre de los mercados impuesto por la crisis financiera internacional y la crisis posterior".
Según Martín, España no está sola, al formar parte de la zona euro, pero el hecho de que la crisis sea generalizada en casi todos los países le priva de demanda externa, de un soporte externo a sus exportaciones.
Y además, aquí hay factores propios que agravan la recesión, añadió, como son el desequilibrio entre los sectores de vivienda y construcción, el endeudamiento elevado de empresas y familias y del conjunto de la economía, desequilibrios que deben corregirse a través del sistema bancario.
Martín insistió en que la economía española se va a contraer en 2009 y, posiblemente, también en 2010, y la destrucción de empleo va a continuar en ambos ejercicios, por lo que el sistema bancario español va a tener que reestructurarse antes de que se perciba la necesidad en forma de desconfianza e incertidumbre.
Y esto debe hacerse de forma que el modelo salga fortalecido y de que los recursos que haya que utilizar eleven la eficiencia del conjunto del sistema y se preserve la igualdad competitiva.
En el caso de España, no hay que restablecer el sistema porque sigue en pie, pero tampoco hay que debilitarlo, lo que se puede hacer de muchas formas, entre ellas exigiendo a las entidades mayores niveles de capital de los que establece la ley, o recapitalizando a entidades competidoras (extranjeras) sin reestructurarlas, lo que les permite captar recursos con ventaja.
Otro factor de debilitamiento para el sistema financiero español sería, a juicio de Martín, permitir que los bancos extranjeros ignoren la exigencia internacional de transparencia e información veraz sobre los activos dañados que tienen y su valoración.
En España tenemos que afrontar la crisis económica pero no nos hace falta cambiar el modelo de negocio bancario, lo que nos da ventajas que tenemos que aprovechar, dijo Martín, que añadió que "nuestros problemas son importantes, pero perfectamente identificados y, por lo tanto, perfectamente solubles", por lo que, "basta con ponerse de una vez a ello", sentenció.
La conjunción de una recesión económica global y de una crisis financiera "en el corazón de los países avanzados" es lo que convierte a esta crisis es única y, como dijo el Fondo Monetario Internacional (FMI), hace temer que vaya a ser "especialmente severa" y la recuperación "lenta y difícil", subrayó.