Banca y finanzas

O Bank of America está maldito, además de Goldman contaminado, o se ataca a Wall Street

Coincidencia, o no. De nuevo la presentación de resultados de Bank of America tiñe de rojo a la banca. En enero fue la reforma financiera de Obama. Hoy la demanda de la SEC contra el banco que ganó más dinero junto a Santander del mundo y uno de los favoritos de los analistas de Wall Street.

Si cree en las coincidencias este texto le va a resultar algo menos interesante que si prefiere elaborar teorías sobre conspiraciones, pero tal vez lo mejor sea que saque usted sus propias conclusiones. Remóntese primero al 20 de enero de este mismo ejercicio y no pierda de vista el contexto. El paro en Estados Unidos estaba subiendo y Wall Street arrancaba la temporada de resultados, con la banca batiendo previsiones de beneficio. Y aquella era la jornada en que comunicaba los suyos Bank of America.

Pasó con nota el examen. Pero no sirvió para nada. Barack Obama, en un golpe de efecto probablemente mirando hacia el damnificado ciudadano de a pie, decidió anunciar que pretendía reformar el sistema financiero con el objetivo de que las entidades bancarias se dedicaran menos a ganar dinero en operaciones de mercado y más colaborando al crecimiento de la economía, inyectando crédito al país. La de aquel día se saldó con la peor jornada para Wall Street desde octubre, con un descenso del Dow Jones del 2 por ciento.

Tres meses después hemos asistido a un episodio con un guión similar. En la lista de citas del viernes figuraba en rojo la presentación de los números del primer trimestre de Bank of America. Y volvieron a rebasar las expectativas. Pero la alegría duró bien poco. La SEC acusó de fraude a Goldman Sachs en la crisis de las hipotecas de alto riesgo. La CNMV estadounidense sostiene que John Paulson, el gestor de fondos de inversión libre (hedge funds) que se hizo rico gracias a la crisis invirtiendo a la banca contra emisiones respaldadas por derivados hipotecarios, colaboró con la entidad a la hora de crear los obligaciones sobre aquellos "paquetitos" de hipotecas, que luego fueron a parar a la cartera de muchas entidades financieras y provocaron el caos.

Es como decir que el gurú conocía bien que esas estructuras no eran buenas, aunque él no ha sido acusado de nada. La culpa de Goldman, de acuerdo con la SEC, es que no había informado de que en la creación de esos derivados intervenía una firma que operaba a la baja contra ellos. La entidad defiende que es inocente y sostiene que "actuará con la mayor contundencia", pero, por ahora, otra vez la gloriosa presentación de resultados de Bank of America, que es el mayor banco por valor bursátil de Estados Unidos y del mundo occidental, se saldó con fortísimas pérdidas para el sector en bolsa.

El pecado contra la marca

Golman Sachs no es cualquier cosa para Wall Street. No sólo porque tradicionalmente "confía en él" (ya conoce la famosa frase "En Goldman creemos"), sino porque, al menos hasta el 16 de abril, era el único gran banco de inversión que podía considerarse como ganador de la crisis y el único que conseguía lucir un valor bursátil superior a los 100.000 millones de dólares hasta que el viernes se desplomó.

Sus perspectivas a corto plazo no parecen muy halagüeñas. Para Goldman, una acusación del regulador norteamericano como la que se ha realizado, es previsible que le cueste caro. La noticia ha pillado a la entidad luciendo uno de los consejos de compra más fuertes de todo el sector financiero por parte del consenso de analistas, que, probablemente, se diluirá. Y no sólo por el efecto a corto plazo de la noticia, sino por el que puede tener más a largo plazo, especialmente porque llueve sobre mojado. Todavía está reciente la acusación contra Goldman sobre la colaboración con el Estado griego a arreglar sus maltrechas finanzas públicas.

De acuerdo con MergerMarket, Goldman fue el número uno en la asesoría en materia de fusiones y adquisiciones durante los tres primeros meses de 2010 del mundo, teniendo entre manos operaciones valoradas en cerca de 164.000 millones de dólares. El año pasado también lograba ese mismo puesto, pero ahora corre un severo riesgo reputacional, en un negocio en el que la marca lo es todo. ¿Recuerda a la auditora Arthur Andersen? Cayó junto con Enron.

A Goldman, que está previsto que presente resultados el próximo martes, la denuncia de la SEC va a dañar seriamente su imagen y estamos hablando del banco que lideró el ranking de beneficios financieros el año pasado, al ganar más de 12.000 millones de dólares (sólo el español Santander logró hacerle algo de sombra). Es una cifra incluso superior a la obtenida en 2007, cuando mientras que las entidades norteamericanas acumulaban pérdidas históricas, él lo saldaba con un beneficio neto de 11.400 millones de dólares.

¿Reajuste de previsiones?

Aunque Goldman presente unos números fantástico el próximo martes, la resaca de la acusación de la SEC probablemente pueda pasar factura a las previsiones de beneficio que manejan los analistas. Antes de conocerse la noticia no se esperaba que la compañía bajara en ninguno de los ejercicios para los que existen previsiones de los 10.000 millones de dólares. Pero eran unos números que se calculaban para la primera entidad asesora del mundo.

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