
Pepu Hernández, ex entrenador de Estudiantes y ex seleccionador nacional (con él España ganó el mundial de 2006) ha protagonizado este fin de semana un gesto poco habitual en un técnico de élite como él. Durante un partido de categorías inferiores femenino, decidió regresar a los banquillos para dirigir a uno de los equipos que se había quedado sin su entrenadora por enfermedad.
El encargado de revelar la gesta ha sido, Roberto Calero, colegiado del encuentro que disputaron en Hortaleza estas dos escuadras. Una de ellas, en la que jugaban las hijas de Pepu, vio como su entrenadora se quedaba en cama enferma.
"Hortaleza, 11 de la mañana, una entrenadora amiga mía no puede venir por enfermedad y no al no traer fichas, ni hoja, ni acreditación, no se juega el partido y gana el equipo contrario", empieza a explicar en su perfil de Facebook de Calero.
La pérdida de la técnico hizo que el árbitro tuviera quedarles el partido por perdido, pero, como él mismo explica en Facebook, decidió que se jugara pese a todo porque lo importante era el espectáculo y divertimento de las chavalas antes que el resultado en sí mismo.
Advertido por la ausencia, Pepu Hernández decidió bajar a la pista y se hizo con las riendas para sorpresa y admiración de sus integrantes y de las del equipo rival. Durante todo el encuentro, Pepu no paró de dar indicaciones y manejar los tempos del encuentro como si de un choque profesional se tratase, para gusto y deleite de los presentes.