Las autoridades británicas permitirán la participación de Huawei en el desarrollo de la red 5G del país, desoyendo así las presiones de Washington, aunque la compañía china será sometida a restricciones al ser considerada "de alto riesgo", incluyendo su exclusión de todos los elementos críticos del sistema y limitando a un máximo del 35% su presencia en el resto de funciones de la infraestructura.