
El Gobierno tomó ayer la previsible decisión de cerrar la central de Garoña. Esta instalación burgalesa se convirtió en un caso especial dentro del parque español de nucleares. No solo es la más veterana, sino que desde hace años es objeto de una inaudita sucesión de vaivenes políticos y administrativos.
Se suma a los 16 millones obtenidos el pasado mayo
El segmento de las empresas y de alquiler 'salvan' las matriculaciones del mes
La planta burgalesa ha escenificado el enfrentamiento por el futuro de la energía nuclear en el país