Seguro que siempre que abres una bolsa de patatas fritas no puedes parar de comer. Lo mismo pasa con el chocolate, el queso o la pizza: por muy saciados que nos sintamos, tienen algo que nos incitan a comer más. Pero si hasta ahora pensabas que no tenías autocontrol sobre la comida, no te preocupes: hay alimentos adictivos que hacen muy difícil parar de comerlos una vez has empezado.