Ni homicidio ni suicidio sino un cúmulo de infortunios
Los dos acaban muertos. El final de esta historia que ha llenado páginas de la prensa francesa en las últimas horas no es la parte más importante; entender cómo murieron Lucien Perrot, de 69 años y anfitrión, y Olivier Boudin, de 38, en medio de una cena gobernada por el vino es lo que trae de cabeza a las autoridades.