El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, declaró pérdidas de 916 millones de dólares en su declaración de la renta personal en 1995, una cantidad que puede haberle permitido "no pagar un solo dólar en impuestos en hasta 18 años", según revela una exclusiva publicada hoy por el diario The New York Times, que incluye copias de los documentos en cuestión.
El debate del lunes ha supuesto una bendición para Hillary Clinton. Su clara victoria, según todos los sondeos realizados en los días posteriores, le ha permitido detener el impulso que Donald Trump mantenía en las anteriores semanas y recuperar una ventaja de unos 3 o 4 puntos en las encuestas de intención de voto. Lo mejor para ella, sin embargo, es que Trump ha caído en las "trampas" que le colocó la candidata demócrata y lleva una semana encerrado en medio de escándalos creados por él mismo y referencias a "cintas porno".
En Estados Unidos, la prensa tradicionalmente pide el voto por uno de los candidatos presidenciales. Este año, Donald Trump ha logrado marcar un hito: ningún periódico le apoya, ni siquiera algunos periódicos conservadores que han apoyado a todos los republicanos en la carrera presidencial desde hace casi un siglo. A la cabeza de la oposición al magnate se sitúan los medios más leídos, como USA Today, The New York Times o el texano Houston Chronicle.
El Senado de Estados Unidos rechazó la noche del martes el proyecto de prórroga de los presupuestos para mantener al Gobierno funcionando hasta diciembre de este año. Por 55 votos a 45, la Cámara Alta votó mayoritariamente en contra de la ley, presentada sin acuerdo entre los dos grandes partidos, y deja al país abocado a negociaciones en el tiempo de descuento para evitar un cierre del Gobierno a partir del sábado 1 de octubre, cuando comienza el nuevo año fiscal, en medio de la campaña electoral.
A menos de mes y medio para las elecciones, la campaña presidencial llega a uno de sus momentos álgidos: el primer debate entre los dos candidatos, Donald Trump y Hillary Clinton, este lunes a las 23.00 GMT. Con las encuestas cada vez más igualadas, Trump espera mantener su tendencia al alza, mientras Clinton intentará presentar una imagen positiva y marcar diferencias con el magnate para recuperar a todos los votantes indecisos que hace apenas un mes se mostraban a favor de la demócrata. De fondo, los recientes ataques terroristas en Nueva York y Nueva Jersey y los múltiples escándalos en los que están envueltos cada uno de los candidatos.
A falta de una semana para que se termine el año fiscal en Estados Unidos, el Gobierno sigue bajo la amenaza de quedarse sin dinero a partir del próximo viernes 30 de septiembre. La lucha para aprobar una prórroga a los presupuestos de 2016 hasta por lo menos el 9 de diciembre llegará al Senado el próximo martes sin que se haya alcanzado un acuerdo entre los dos partidos. Los demócratas exigen al Partido Republicano retirar dos cláusulas que consideran de "tóxicas" o rechazarán el último proyecto de ley, sin apenas tiempo para evitar que el Gobierno se vea obligado a cerrar.
Las elecciones estadounidenses ya han empezado. Las primeras papeletas han empezado a llegar al Departamento de Estado de Carolina del Norte, el primero de los territorios del país que abre las urnas, y los resultados más tempranos, aunque muy escasos todavía, favorecen a Hillary Clinton por una mínima ventaja. Un dato que puede preocupar a Donald Trump en uno de los "estados clave" que deciden las elecciones, en el que los republicanos solían ganar con comodidad y en el que su excandidato presidencial Mitt Romney lideraba con claridad en estas mismas fechas hace cuatro años.
Larry, un joven ciudadano de Texas, de ideología demócrata, mira en su papeleta para las elecciones de este año. Para elegir diputado para la Cámara de Representantes, en Washington, solo hay un candidato: un republicano. Para su circunscripción en el Congreso de Texas, solo hay un candidato: un republicano. En el Senado de Texas, solo se presenta un candidato, también republicano. La única demócrata en toda la lista de candidatos es Hillary Clinton, en la categoría de "Presidente", y tiene muy escasas, por no decir inexistentes, posibilidades de ganar. "Texas es tan horrible que los demócratas no quieren ni acercarse", se lamenta Larry, medio en serio, medio en broma. Este votante, como la gran mayoría de los habitantes de su estado, no puede elegir a sus representantes, sino que se los imponen. Cada vez más zonas sufren esta enfermedad, que amenaza la democracia en Estados Unidos.
El próximo 8 de noviembre es la fecha en la que se celebrarán las elecciones presidenciales estadounidenses. ¿Cómo se decidirá el ganador? ¿Qué otros cargos hay en juego? Este es un breve manual con los datos fundamentales para seguir los comicios sin perderse nada.
A falta de dos meses para las elecciones, Hillary Clinton se está encontrando con un enorme reto. Lo que parecía un paseo triunfal hace apenas un mes se está ajustando cada vez más por sus grandes dificultades para retener a muchos de los votantes que la eligieron como el mal menor ante Trump y que se están refugiando en la abstención o en terceros partidos. Sus dificultades se dejan ver en uno de los estados más importantes a la hora del resultado final como Florida. En concreto, en la ciudad de Orlando, uno de los grandes caladeros de votos en el estado y donde el aspirante a ganar las elecciones deberá tener un buen resultado -tanto Barack Obama como George W. Bush ganaron allí-, la base demócrata se muestra dividida respecto a su figura.