Macarena Gómez y su marido, Aldo Comas, están plenamente volcadas con la causa ucraniana, hasta el punto de que el marido de la actriz ha viajado hasta la frontera del país invadido para ayudar en un importante voluntariado e incluso ya tienen decidido que acogerán en casa a niños ucranianos, afectados por la invasión de Vladímir Putin.