La actriz reconoce que terminó dando las gracias a los guionistas de la ficción
Emilia Clarke siempre ha hablado abiertamente de lo que supone para ella rodar las controvertidas escenas de sexo de Juego de Tronos. Hace dos años, la actriz que da vida a Daenerys Targaryen, confesó que estaba cansada de hacer este tipo de secuencias: "Quiero ser conocida por mis interpretaciones, no por mis pechos", afirmó.