Asia

Un testigo de las explosiones en Tianjin: "Al principio pensé que era un terremoto"

Los equipos de emergencia han considerado "bajo control" el fuego desatado en una zona industrial de la ciudad de Tianjin, en el noreste de China, después de una cadena de explosiones que ha dejado al menos 50 muertos y 700 heridos.

El Ministerio de Seguridad Pública ha confirmado que las llamas están "bajo control inicial", de tal forma que no ha descartado que puedan reavivarse. Alrededor de mil bomberos y casi 150 equipos de extinción se han sumado a estas tareas, informa la agencia de noticias oficial Xinhua.

'Zona de guerra'

La ciudad portuaria trata de sobreponerse a la tragedia. El distrito del puerto, donde tuvo lugar el suceso, ha quedado convertido prácticamente en una zona de guerra, con un perímetro de unos dos kilómetros alrededor cercado, con el acceso restringido y los edificios desalojados.

El Hospital Teda de Tianjin acoge a la gran mayoría de los heridos, de los cuales 71 se encuentran en estado grave, según la última cifra facilitada por las autoridades locales y citada por la agencia oficial Xinhua. En las proximidades del centro sanitario, se han instalado también hospitales de campaña para atender a más afectados por las explosiones.

Varias decenas de militares y agentes de policía vigilan hoy la zona del puerto, donde todavía se puede observar una densa nube de humo negro.

Los bomberos de Tianjin necesitaron más de 16 horas para declarar como controlado el incendio en una terminal de contenedores con productos inflamables que dio lugar a las explosiones.

Muchos bloques de edificios colindantes al puerto, algunos de ellos de reciente construcción, fueron reducidos a escombros, puesto que la magnitud de las explosiones fue tan grande que los sismógrafos del Centro de Redes de Terremotos de China los detectaron como seísmos.

La onda expansiva de las explosiones llegó a sentirse hasta a diez kilómetros de distancia, según informaciones de las autoridades locales y relatos de vecinos.

Lugar de la explosión. Imagen: Reuters

Decenas de voluntarios, identificados con lazos rojos, ofrecen bebida, comida, mascarillas para la contaminación y transporte de forma gratuita.

A pesar de la oleada de solidaridad que ha generado el accidente, en las cercanías del hospital también se han vivido escenas de cierta tensión entre policías y vecinos, así como entre estos y los numerosos periodistas que se han desplazado hasta Tianjin para informar del suceso. "Tenemos que aprender una lección profunda", dijo el ministro de Seguridad Pública chino, Guo Shengkun, que coordina el dispositivo de rescate y asistencia a los afectados por las explosiones.

Guo añadió que debe llevarse a cabo una inmediata inspección del almacenamiento y el transporte de sustancias peligrosas para evitar que se repita la tragedia de Tianjin.

Alrededor de las 23:30 (hora local) un almacén situado en el puerto industrial ha volado por los aires con una intensidad equivalente a tres toneladas de dinamita. Apenas 30 segundos después, se ha producido otra equiparable a 21 toneladas de dinamita.

"Estaba durmiendo cuando, de repente, se movieron las ventanas y las puertas y escuché las explosiones. Al principio pensé que era un terremoto", ha relatado Guan Xiang, que vive a 7 kilómetros de distancia, en declaraciones a la agencia Reuters.

Mensaje del Gobierno

El presidente de China, Xi Jinping, y el primer ministro, Li Keqiang, han reclamado el mayor esfuerzo posible para salvar a los heridos, rescatar a los desaparecidos y minimizar los daños provocados por la explosión.

Xi ha exigido que las autoridades controlen rápidamente el fuego y que realicen "pleno esfuerzo para rescatar y atender a los heridos, así como para garantizar la seguridad de las personas". De la misma forma, se ha comprometido a identificar con celeridad la causa del accidente y "castigar severamente a los responsables".

En este contexto, el presidente chino ha señalado que todas las localidades deben aprender "de las dolorosas lecciones del accidente", llevando a cabo investigaciones sobre los riesgos de seguridad y fortaleciendo la gestión de mercancías peligrosas, con el objetivo último de garantizar la tranquilidad de sus ciudadanos.

Por su parte, el primer ministro, Li Keqiang, ha dado instrucciones inmediatas para extinguir el fuego y organizar la búsqueda y rescate de aquellas personas que permanecen desaparecidas. Asimismo, ha reclamado precaución para "prevenir accidentes secundarios" durante el desarrollo de estas tareas.

La Administración de Seguridad Laboral de Tianjin ha difundido una nota en la que explica que se reunió la semana pasada con responsables del complejo industrial para analizar el posible endurecimiento de las medidas de seguridad.

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