La Policía turca ha detenido este lunes a 22 miembros de las fuerzas de seguridad bajo sospecha de haber realizado supuestas escuchas telefónicas ilegales a diferentes políticos, funcionarios y empresarios, según la agencia de noticias Dogan. Trece personas, acusadas de "espionaje político" a Erdogan.
Las redadas, que se han desarrollado en 13 ciudades del este y del sudeste de Turquía, han sido coordinadas por la Fiscalía General de la provincia de Gaziantep.
Unas redadas que se han interpretado como un movimiento dentro de la campaña del presidente turco, Recip Tayyip Erdogan, frente a los partidarios del clérigo musulmán Fethulá Gülen.
"Estado paralelo"
Erdogan ha acusado a Gülen de establecer un "estado paralelo" dentro de la administración turca para derrocarle y para culpar a los partidarios del ahora presidente dentro de la Policía y del Poder Judicial de corrupción. Estas acusaciones acabaron con la dimisión de tres ministros, un hecho que Erdogan ha definido como un "intento de golpe de Estado".
La semana pasada, otros 13 policías, entre ellos el que fuera jede de guardaespaldas del dirigente, se sentaron en el banquillo acusados de colocar escuchas telefónicas ilegales a Erdogan en 2011, cuando era primer ministro.
Escuchas ilegales de policías