
Corea del Norte ha considerado "ridícula" la petición de Corea del Sur de que no lleve a cabo acciones que puedan agravar la situación en el complejo industrial intercoreano de Kaesong, según el diario norcoreano 'Uriminzokkiri'. Pyongyang propone a Seúl a abandonar hostilidades y solucionar crisis en Kaesong
El régimen comunista ha insistido en que Corea del Sur "es quien debe tomar medidas en primer lugar para acabar con las acciones provocadoras y las amenazas militares", de acuerdo con la agencia de noticias Yonhap.
De esta forma, ha respondido a la petición del ministro de Unificación de Corea del Sur, Ryoo Kihl Jae, que esta semana ha reiterado que su Gobierno "necesita la promesa de Corea del Norte de que en un futuro no se van a repetir las mismas cosas".
El Gobierno de Kim Jong Un anunció el pasado 3 de abril que a partir de ese momento prohibiría la entrada a Kaesong de los trabajadores surcoreanos, y dio hasta el 10 de abril para evacuar a los 800 que entonces se encontraban en el complejo industrial.Apenas cinco días después, Corea del Norte anunció la suspensión "temporal" de las actividades en Kaesong y la retirada de todos sus trabajadores para "analizar la situación y determinar si se autoriza su existencia o se cierra".
El complejo industrial se encuentra en la región administrativa de Kaesong, en Corea del Norte, a unos diez kilómetros de la frontera común. Desde 2004, cuando abrió sus puertas, 123 empresas surcoreanas se han asentado allí para dar trabajo a 54.000 norcoreanos.
Kaesong es uno de los escasos ejemplos de cooperación entre las dos Coreas, que técnicamente se encuentran en guerra, ya que tras tres años de combates se limitaron a firmar un armisticio para poner fin a las hostilidades, en lugar de un acuerdo de paz.
El cierre del complejo industrial se enmarca en la escalada de tensión que comenzó en 2012 con los lanzamientos de cohetes de largo alcance de abril y diciembre y que ha alcanzado su punto álgido este año con la prueba nuclear del 12 de febrero por parte del Norte.
El régimen comunista ha declarado el "estado de guerra" en la península coreana y ha amenazado con atacar objetivos surcoreanos y las bases militares de Estados Unidos en las islas de Hawai y Guam y en territorio japonés.