
El ministro de Exteriores de China, Yang Jiechi, y el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, han hablado por teléfono este martes para abordar la situación en la península coreana tras la prueba nuclear de Pyongyang y han coincidido en subrayar la necesidad del diálogo multilateral.
"Yang ha hecho un llamamiento a las partes para que se centren en la situación general de la península coreana y la gestionen de una forma adecuada con el fin de evitar una escalada de tensión", ha informado la agencia de noticias Xinhua.
El canciller chino ha señalado que "todas las partes interesadas deben mantenerse en la dirección hacia una solución pacífica, y resolver el tema de la desnuclearización en las conversaciones a seis bandas, para garantizar la paz y estabilidad del Noreste de Asia".
Por su parte, Kerry ha considerado necesario "dar una respuesta rápida y firme de la comunidad internacional para enviar a Corea del Norte el mensaje de que violar las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tiene consecuencias".
Además, ha reiterado el compromiso de Estados Unidos con la seguridad de sus aliados en la región, en alusión a Japón y Corea del Sur, según ha informado la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, en la rueda de prensa diaria.
En la madrugada del martes, Corea del Norte llevó a cabo su tercer ensayo atómico "de forma exitosa" con "un pequeño aparato nuclear, más ligero y con más fuerza explosiva que los anteriores", sin causar daños al medio ambiente.
De esta forma, cumplió con lo anunciado el pasado 24 de enero, cuando su Comisión de Defensa reveló sus planes de llevar a cabo más pruebas nucleares y lanzamientos de cohetes de largo alcance aunque dirigidos, esta vez, contra Estados Unidos.
En respuesta, el Consejo de Seguridad ha "condenado firmemente" el la prueba nuclear norcoreana y ha prometido que emprenderá acciones contra el régimen de Kim Jong Un, que podrían traducirse en nuevas sanciones.
Tras ello, el Ministerio de Exteriores de Corea del Norte ha explicado que su ensayo atómico ha sido un acto de autodefensa en respuesta a la hostilidad de Estados Unidos y ha advertido de que, si ésta persiste, emprenderá acciones "más fuertes".
En 2006 y 2009, Corea del Norte realizó pruebas nucleares, lo que suscitó una enérgica respuesta del Consejo de Seguridad a través de dos resoluciones que prohíben expresamente al régimen comunista desarrollar y usar tecnología nuclear y de misiles balísticos.