
El director gerente del INAEM, Jorge Escario, habla en una entrevista concedida a elEconomista.es de las líneas de acción en las que se está trabajando para impulsar la empleabilidad de los aragoneses como la convocatoria que abrirán para certificar el nivel de idiomas, la puesta en marcha del cheque de formación y la apuesta por acciones formativas, principalmente, en el sector TIC en el que Aragón cuenta con el Centro de Tecnologías Avanzadas, que tiene un grado de inserción laboral del 78% y cuyo modelo de formación se extrapolará a cuatro comunidades autónomas. Para este año, se prevé que el desempleo baje y que Aragón cierre el año 2015 con 90.000 parados.
¿Qué balance realiza de la actividad del INAEM en estos cuatros años?
Han sido años de actividad frenética. Heredé un instituto que creo que está bastante profesionalizado en el sentido de que hay gente muy competente y, además, es un organismo que está muy acostumbrado a ser muy autoexigente -algo que reconozco que no es muy habitual en la administración-, y que utiliza sistemas para esa exigencia como sistemas de calidad, EFQM, hacemos encuestas satisfacción... porque queremos hacerlo, ya que no estamos obligados. También pusimos en marcha el espacio empresas.
Parece que el INAEM se dedica o es responsable del número de parados cada mes y nada más lejos de la realidad. No nos dedicamos a generar empleo, sino a crear las condiciones mejores para que la empresa y el trabajador se encuentren. Es lo que se llama la intermediación laboral e intentamos que sea lo más transparente posible.
El desempleo ha ido in crescendo hasta el año 2014, aunque Aragón realmente la evolución ha sido mejor que la media española. Salir de la situación en la que estábamos no es por el INAEM es por las empresas. Nosotros aportamos nuestro granito de arena, pero no somos los responsables de que esto vaya mejor. Somos una parte más.
En estos casi cuatro años, ¿qué evolución ha tenido en la comunidad el mercado de trabajo? ¿En qué situación se encuentra en la actualidad?
Cuando llegamos aquí nos encontramos en una situación a nivel regional mejor que la media, pero muy deteriorada. Esta comunidad autónoma llegó a tener un paro del 5% según EPA cuando todo parecía que iba bien, que tampoco iba también porque era una percepción ficticia muy apoyada en políticas sobre todo del sector inmobiliario. Veníamos del pleno empleo y luego en los años 2008-2011 hubo unos crecimientos de paro brutales. En algún año se produjo un aumento del 200%. Nos tocó una situación complicada. Los últimos meses de 2011 y los años 2012 y 2013 fueron bastante duros porque la empresa no terminaba de despuntar.
Cuando hemos visto mejores resultados ha sido en 2014, pero todavía hoy tenemos 102.000 parados registrados. Esta cifra totalmente fuera de lugar no es para estar contento, aunque venimos de 116.000 parados y de unas tasas de desempleo que había que remontarse a años atrás de la crisis y que, en algunos casos, no habían existido nunca en la comparación interanual de paro registrado. A veces no hay en la serie histórica ningún dato tan bueno como los que hemos tenido en los meses pasados en términos interanuales.
Hemos terminado el año bajando el 10,5%, que es una barbaridad, en tasa interanual, y tenemos una tasa de paro del 18,35%, que está mejor en cinco puntos en comparación con la media de España, según la EPA. Además, somos la segunda comunidad autónoma que más baja en interanual en 2014. Llevamos trece meses consecutivos de descenso del paro y esto nunca había sucedido. También es así porque los datos del 2013 eran muy malos. Vamos mejor que el resto, pero eso no significa que el director gerente y el Gobierno de Aragón estén contentos. Hay que seguir trabajando y queda mucho por hacer.
¿Qué previsiones tienen para este año 2015?
Las previsiones del Gobierno de Aragón es que se terminará el año 2015 con 90.000 parados registrados y una tasa de paro EPA del 17%. Hay factores que lo avalan. Con una bajada análoga a la del 2014, llegaríamos a estos datos con facilidad. Es una previsión bastante conservadora, pero cuando hablamos de paro, al final, de lo que estamos hablando es de personas y creo que hay que ser muy conservador sobre todo para no generar falsas expectativas para la gente.
España ha sido un país que históricamente, Aragón también, no generaba empleo cuando no había un crecimiento por encima del 2%. La reforma laboral, que podemos criticar o no, ha flexibilizado tremendamente el mercado laboral y eso permite que se genere empleo con crecimientos por debajo del 2%.
Con tasas de crecimiento del 1,2% y del 1,3% se han generado en Aragón 9.200 puestos de trabajo en paro registrado y 13.000 según EPA. Y, si hablamos de que Aragón puede estar este año en tasas de crecimiento del 2% o 2,5%, es previsible que, como mínimo, repitamos resultados.
Además, se están produciendo otras circunstancias como la reforma del IRPF a todos los españoles y aragoneses, que va a hacer que haya menos impuestos, lo que significa que va a haber más dinero para el consumo y, por lo tanto, el consumo interno se puede reactivar más y aumentar el empleo.
También en Aragón algún sector que está creciendo con mucha fuerza. Tenemos empresas de automoción y un tejido de auxiliares, que no trabajan solo para General Motors, sino para diferentes marcas y clientes. Hay una industria de automoción muy implantada y muy madura en la comunidad y que tiene un plan de contratación para los próximos años muy fuerte.
Todo esto lleva acompasado una necesidad de formación de los trabajadores en automoción, en logística... y, sobre todo, también en turismo porque es una parte muy importante del PIB la comunidad autónoma. En Aragón, tenemos tres centros de formación en Zaragoza, donde está el Centro de Tecnologías Avanzadas; el de Teruel que está más enfocado a energías alternativas, y el de Huesca que, por primera vez, este año lo hemos enfocado al turismo. Son sectores que tienen mucho que decir porque cuando aumenta el consumo tiene repercusión en el turismo y el ocio, y luego también en automoción.
¿En qué sectores está creciendo más el empleo?
El sector servicios es el que más paro genera en momentos de crisis y el que más genera en los momentos de actividad porque está vinculado al consumo, tanto comercio como hostelería... En Aragón está creciendo mucho el empleo en industria, muy por encima de la media nacional, posiblemente porque como media estamos más industrializados que el conjunto del país, aunque la industria se concentra mucho en Zaragoza y muy poco en el resto de territorio.
Aragón es un referente en el sector TIC. Un área en la que se prevé que se generen alrededor de 900.000 empleos en la Unión Europea en los próximos años. ¿Qué perspectivas hay en Aragón?
Hay dos cuestiones en formación que a mí me preocupan más que el resto. Una de ellas es todo lo relacionado con el sector TIC -todo lo que tiene que ver con tecnologías de la información y la comunicación-, y las competencias lingüísticas. Y me preocupa más que el resto porque los responsables de Recursos Humanos nos transmiten que son los dos handicaps más importantes.
Teniendo claro que estamos haciendo acciones formativas en muchas más áreas, la formación en estos dos campos es prioritaria. Por un lado, aquí tenemos la suerte de tener el Centro de Tecnologías Avanzadas (CTA), que es centro de referencia nacional en TICs. La formación que estamos dando aquí no se está dando en ningún otro sitio. El CTA, que celebra su décimo aniversario, tiene un sistema de gestión basado en la experiencia de muchos años y a través del que hemos establecido un convenio con las principales compañías del mundo como Microsoft, Google, IMB, Oracle... para que testen su formación vinculada a nuevas tecnologías, a nuevos procedimientos de software, en el CTA.
Pero el esfuerzo es mayor porque las TICs no están vinculadas a profesiones como un profesional de las telecomunicaciones, sino que es la aplicación de las TICs a mi profesión, a logística, Recursos Humanos... Es transversal. Y la formación que damos aquí no está vinculada solo a tecnología, es la aplicación de la tecnología al resto de sectores. Y hay que hacer algo más, aunque seamos referencia nacional. De hecho, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, estuvo el otro día aquí viendo un caso de éxito y nos hemos ofrecido como pilotos para un programa experimental en las comunidades autónomas de Galicia, Extremadura, Madrid y Valencia para trasladar el modelo del CTA.
¿Se implantará en estas autonomías todo el modelo del CTA?
La gestión debería ser la misma, pero las necesidades de formación serán distintas según la comunidad porque hay características específicas de los sectores y de las empresas que hay instaladas en cada autonomía.
El modelo no es 100% trasladable, pero sí los procedimientos. Los objetivos tienen que ser parecidos porque se está favoreciendo un 78% de inserción a los seis meses y en algunos casos se llega al 84%. Esto significa que está funcionando muy bien. No hay ninguna política activa en España ni en Europa que esté generando ese nivel de inserción porque, al final, estás ofreciendo al mercado lo que quiere. Y esto es fruto del trabajo en equipo, de estar con los sectores de forma constante para preguntar que es lo que necesitan...
También le preocupan las competencias lingüísticas, que son otro handicap. ¿Qué líneas de trabajo se van a llevar a cabo desde el INAEM?
Me preocupan las competencias lingüísticas, que son el segundo gran bloque. El gran problema que tenemos en este país, que no existe en otros, es el bajo nivel de competencia lingüística en otro idioma. En Aragón hay centros homologados y academias homologados para impartir inglés. No vamos a hacerles la competencia porque nosotros no vamos a enseñar a la gente para que aprenda inglés, pero sí tenemos que intentar forzar que su nivel de inglés sea reconocido. Este año, por primera vez, y que yo sepa no hay ninguna comunidad autónoma que lo haga, vamos a poner en marcha una convocatoria de cualificación del nivel de inglés mediante una calificación internacional, que diga qué nivel de inglés se tiene más allá de bajo, medio o alto y para saber si es un B1, B2, C1..
¿Cómo se va a llevar a cabo esa convocatoria?
Va a ser una convocatoria potente dotada con un millón de euros con la metodología blended learning, pero básicamente será online aunque sí habrá tutores para atender presencialmente. El objetivo es que se ponga en marcha la convocatoria a través de la que en tres o cuatro meses vía online prepararemos a las personas para certificar el nivel B2 y C1, que es lo que más está pidiendo la empresa. En una primera oleada esperamos llegar a más de 2.500 personas.
¿Qué diferencia va a haber con otras certificaciones de idiomas?
La primera es la metodología, que es online. Esto va a permitir que cualquier persona pueda certificar el nivel de inglés sin tener que desplazarse a ningún sitio. No es una convocatoria dirigida exclusivamente a personas en desempleo porque entendemos que la necesidad está tanto en gente sin empleo como en la que está trabajando y necesita el inglés. Vuelvo a decir, no vamos a enseñar inglés. Le vamos a enseñar a pasar una prueba. Además, el certificado será de coste cero.
¿La convocatoria permitirá solo certificar el nivel de inglés?
De momento, solo con inglés. Es algo que no lo está haciendo nadie. Creo que tiene un programa parecido la Universidad de Cataluña, que desde hace algún tiempo no deja licenciarse a nadie si no es con el B2. Es algo parecido, pero nosotros lo hacemos desde el sistema público y para todos porque no entiendo por qué esto puede estar disponible para una persona universitaria y no para el resto.
Vamos a empezar con el inglés y veremos si lo podemos trasladar a otros idiomas porque invertir un millón de euros en esta convocatoria es un esfuerzo considerable y vamos a ir poco a poco. Si hay que elegir un segundo idioma, probablemente será el alemán porque se está pidiendo también mucho. La empresa da por sentado el inglés, cuando la realidad no es esa ni muchísimo menos, pero el segundo que más piden es el alemán porque aquí hay muchas empresas alemanas.
En la actualidad, ¿qué es lo que más están pidiendo las empresas en la selección de personal?
Con carácter general, se busca la diferenciación. Tener una titulación ya no es una diferenciación. Hay que buscar algo más. Se puede buscar mediante un postgrado o bien mediante actitudes que están valorando mucho más las empresas. Es la formación transversal, que es la que más se valora, pero que es difícil de conseguir porque no se da en la universidad, en centros... Son factores como la adaptabilidad, empatía, trabajo en equipo, flexibilidad... Son más actitudes que aptitudes. Hay programas de coaching que pueden favorecerlo y programas de orientación del INAEM que pueden facilitar la adquisición de esas actitudes. Ya no se buscan, ni mucho menos, las competencias adquiridas, sino las competencias demostrables. Es decir, no es lo que yo sé, sino la aplicación también de lo que yo sé y una aplicación no sólo técnica. Y sobre todo insistir en los idiomas.
Al margen de todo esto, el Informe Europa 2020 dice que en el año 2020 sólo el 15% de las ofertas de empleo que se pongan a disposición en Europa podrán ser desarrolladas por personas que no tengan una formación certificada. El 85% tendrá que tener un certificado de profesionalidad, una FP, un grado medio, master, postgrado... Si no se tiene, va a ser complicado acceder al mercado de trabajo y, si se consigue, no hay que esperar ganar mucho dinero porque el nivel salarial está directamente relacionado con el grado de formación que tienes.
Durante esta legislatura se ha puesto en marcha el Espacio Empresas en el INAEM. ¿En qué consiste?
Cuando llegué aquí, lo primero que constaté es que las políticas activas del INAEM, al menos hasta el año 2011, estaban muy orientadas hacia el trabajador y no hacia la empresa. Consideré que es la empresa la que genera el empleo y que había que volcar las políticas de empleo hacia el tejido empresarial, sin abandonar al trabajador. Empezamos a generar políticas de empleo para el ámbito empresarial y creamos el espacio empresas, que es diferencial porque no existía en Aragón ni en ningún sitio de España. Ahora Madrid y Cataluña quieren copiar el modelo.
El espacio de empresas es una oficina física y virtual donde aglutinamos todo los servicios para las empresas que el INAEM ya ofrece. Algunos ya existían y otros los hemos creado. ¿Por qué lo hicimos? Porque yo no veía a ningún empresario entrando a una oficina de empleo en busca del trabajador. El 30 de marzo lo creamos y el 31 de diciembre habían pasado más de 2.800 empresas, emprendedores, autónomos... El espacio empresas hizo que los empresarios entendieran que les estábamos ofreciendo un servicio diferenciado. No es lo mismo atender a una empresa que a un trabajador.
Al año siguiente se puso en marcha en Huesca y Teruel y empezamos a vender el producto. También hemos empezado a visitar empresas de forma proactiva y esto ha permitido que nos hiciéramos un hueco en la empresa.
¿Qué servicios puede encontrar una empresa en este espacio?
Hacemos selección de personal, pero eso no implica que las localidades de Aragón que no tienen espacio empresa no puedan utilizar los servicios porque nos desplazamos hasta allí. Si es un proceso de selección simple lo puede hacer la propia oficina y, si es más complejo, se emplea el espacio empresa más cercano. Nos llaman cada vez más para selección de ingenieros, gerentes... Se hace todo tipo de selección de personal, gestiones relativas a la contratación, subvenciones nacionales y autonómicas y ayudamos también a las pymes porque muchas no tienen departamento de Recursos Humanos, aunque no somos una gestoría. También tenemos el SACE, de creación de empresas, para ayudar en su creación, elegir la fórmula societaria, subvenciones, contratación indefinida y temporal, todo el plan de emprendedores, asesoramiento para el pago único, puesta en marcha de sociedades cooperativaa...
Hablando de emprendedores, se habla de que es la solución para el desempleo. ¿Qué opina?
Desde algunas administraciones se está haciendo un flaco favor al emprendimiento porque no todo el mundo puede ser emprendedor ni tiene las actitudes para serlo. Por lo tanto, estar ofreciendo el emprendimiento como salida del desempleo no solamente es un error, sino que puede ser un problema mayor que estar en desempleo. Aquí, vemos que el 20% de las personas que pide una subvención directa para darse de alta como autónomos cierran su negocio antes de un año. Esto dice que hay personas que están tomando la decisión equivocada.
Hemos hecho algunas modificaciones en las convocatorias de emprendedores para paliar esos temas y que no se den más. Por ejemplo, antes cualquier persona tenía que estar tres años como mínimo dado de alta como autónomo para que no le pidiéramos el retroceso de la subvención. Ahora son dos años porque es posible que en ese período le haya salido un empleo o la empresa vaya mal. En segundo lugar, lo que hemos hecho, es dar una segunda ayuda. Es decir, no dar tanto dinero al inicio, sino dar una parte, y si estás más de doce meses con la actividad económica se puede optar a una segunda ayuda.
También hemos exigido un business plan que pueden desarrollar con cualquier miembro de la Fundación Aragón Invierte de forma gratuita y que, si bien, no vamos a conseguir que todos sean economistas, sí podemos hacer que todo el mundo sepa dónde se mete porque si no se tiene clara la financiación, el retorno... podemos tener problemas. Tratamos de profesionalizar al emprendedor.
Y luego hemos acompañado la ayuda inicial de puesta de alta como autónomo con otras ayudas para emprendedores, para la formación sobre todo en habilidades directivas, subvención de contratación del trabajador en el primer año, de contratación de expertos técnicos... Además, hay un convenio con Avalia SGR para favorecer la financiación de los emprendedores. Se firman las operaciones al Euribor al 4,5 y el INAEM sufraga esos 4,5 puntos por lo que se puede llegar a que un emprendedor se financie al Euribor solo.
En esta legislatura se han hecho cambios en el modelo de formación, algunos un tanto polémicos.
Hemos hecho grandes cambios. Cuando llegamos aquí había una convocatoria de desocupados y ocupados. La diferencia principal era que la de ocupados era para desarrollar solo por agentes sociales y la desocupados para los sectores de formación. Los agentes sociales no podían entrar en la de desocupados porque había un contrato programa, que era una adjudicación directa de un dinero para los agentes sociales (sindicatos y patronal) y ellos con la supervisión del INAEM desarrollaban ese contrato programa, que ascendía a alrededor 15 millones de euros.
No me parecía normal. Los agentes sociales por serlo no tienen por qué tener más ni menos que los demás y se eliminó el contrato programa, que era plurianual. En el año 2013 se acabó y pasó todo a concurrencia competitiva. Esto significa que ya no hay contrato programa y los agentes sociales pueden entrar en la convocatoria de desocupados. Además, lo que hacemos con la convocatoria de ocupados y que nadie ha hecho en Aragón ni en España, es abrirla a los centros. En estos momentos, la convocatoria de ocupados será la primera de una comunidad autónoma que no se cierra a centros oficiales, sino que se han podido presentar todos los centros y los agentes sociales de Aragón. Es una modificación importante y no ha sido fácil llegar a esos cambios que son fuertes para las organizaciones empresariales y sindicales y muy fuertes a nivel interno también.
Además, la formación de ocupados, que era de formación presencial, la hemos hecho online. El 75% de la convocatoria es online porque consideramos que a un trabajador ocupado para trabajar y formarse no se le puede hacer formación presencial y hemos optado por el blended learning y online, aunque también alguna formación presencial porque no todo puede hacerse online por el tipo de formación que se imparte.
¿Qué más cambios se van a hacer en el modelo formativo?
Todavía nos queda pasar a un sistema basado en un cheque de formación. Es decir, que el alumno sepa a qué centro quiere ir, que se le indique cuánto cuesta su formación que ahora no se sabe y es muy cara, y que él mismo, en función de la profesionalidad y la inserción de un centro de formación, vaya a formarse a él.
Y, por último, hay otro tema que se nos ha quedado un poco descolgado, aunque hemos empezado con un plan piloto y por lo tanto vamos por delante de otras autonomías, que es la formación dual. No depende tanto de empleo, sino de educación, y les hemos ayudado en todo lo que hemos podido. Estamos desarrollando un plan piloto que como todos los planes piloto son complicados. Además, la formación dual, bajo mi punto de vista, tiene el problema de que es desconocida, da miedo y, en un momento en el que se sale de la crisis, no es una prioridad principal para las empresas. Cuando el empresario vea la formación dual como una inversión y no como un gasto, creo que tendremos las condiciones para que en determinados sectores como la automoción y logística, por ejemplo, pueda funcionar.
¿Considera que es necesario descentralizar más las políticas de empleo?
Yo iría más allá. Al final, todo son recursos económicos. Creo que las comunidades autónomas deberían poder gestionar las políticas activas y pasivas de empleo porque es cuando se produciría una coordinación absoluta. Estoy seguro de que ese sistema llevaría un ahorro de fondos públicos importante. La gestión de la política de empleo o se centraliza o se descentraliza, pero al completo. Tendría que hacerlo el mismo organismo porque es la mejor manera de coordinar y, mientras se coordine entre diferentes organismos y además por diferentes gobiernos, creo que no se puede llegar a un nivel óptimo de efectividad en los fondos.
Además, no es una cuestión de cantidad de fondos, sino de calidad. Cuando estábamos en el INAEM con presupuestos de 115 ó 120 millones de euros era cuando más subía el paro. Por lo tanto no es un tema de dinero, es de coyuntura, de política, de acierto en la gestión..., pero no de fondos porque sino habríamos tenido menos parados cuando había más dinero. Hemos pasado en un año de 120 millones de euros a 82 y no subió el paro. De hecho subió, pero no lo hizo ni mucho menos lo que había subido antes. Yo huyo de esa afirmación por parte de algunos de que, a mayores recursos, menos paro.
En lo que queda de legislatura, ¿qué líneas estratégicas se van a seguir?
En el INAEM no se está pensando en que hay elecciones. Estamos gestionando el año igual exactamente que si en mayo no pasase nada. Otra cosa es que haya convocatorias en las que vayamos más deprisa para sacarlas porque luego se produce un gobierno interino y no puedes convocarlas y eso sería lo mismo que dejar a muchos ciudadanos sin sus servicios en políticas que son importantes. No nos estamos centrando en nada que no nos hayamos centrado en otros años. El discurso en el INAEM es: "trabajamos como si no hubiera elecciones". La única prisa es para sacar adelante los fondos finalistas.
Recientemente, se ha hecho público por parte de la Cámara de Cuentas de Aragón el informe de fiscalización del INAEM de los años 2012 y 2013 en el que se recomienda un mayor control de las subvenciones. ¿Se van a establecer más medidas?
La cámara de Cuentas de Aragón hace un informe de los años 2012-2013. Es un organismo que no está para decir lo que está bien. En su informe dice que hacemos cosas bien como sacar a concurrencia competitiva todos los programas, valora algunos sistemas de control que sabe que vamos a instaurar y no detecta ninguna irregularidad ni fraude y esto es más importante de lo que parece porque son miles de expedientes los que se tramitan desde aquí cada día. El hecho de que no haya detectado nada para nosotros es un alivio. ¿Se puede mejorar? Pues claro. Todo el mundo tiene que mejorar. Tenemos los medios que tenemos y nuestro ritmo es frenético. Pero eso no significa que con las recomendaciones que nos hace la Cámara de Cuentas de Aragón no tomemos medidas. Y alguna ya las hemos adoptado. Por ejemplo, en temas de centros especiales de empleo, que es uno de los temas en los que dice el informe que tenemos que tener más control, hemos hecho que las convocatorias de subvención del SMI ya no vayan por concesión directa, sino a través de convocatoria. Eso no va a cambiar mucho para los centros, pero sí para la Cámara de Cuentas de Aragón que entiende que es un mejor control.
Es cierto que la Cámara de Cuentas dice que tenemos que extremar el control porque señala que no controlamos lo suficiente si un mismo organismo o una persona recibe más de una subvención. Entiendo que tiene razón y que debe haber una mayor coordinación entre los diferentes departamentos.