
Este sistema de emparrado ha sido desarrollado por la empresa Rioja Vid Tecnología, participada en el 60% por capital aragonés y el 40% por capital riojano. Entre sus ventajas destaca una menor necesidad de mano de obra y la posibilidad de ahorrar recursos económicos. Este método, que está patentado a nivel mundial, ya se vende en España y en mercados exteriores como Estados Unidos, Australia y Chile.
La iniciativa de este sistema de emparrado nació a raíz de las peticiones de las bodegas con el fin de evolucionar y de mejorar los viñedos y el trabajo que se realiza en el campo que "requiere un gran esfuerzo físico para subir y bajar los alambres del emparrado", según explica César Mesa, responsable de Rioja Vid Tecnología en declaraciones a elEconomista.es
Fruto de esta necesidad comenzó todo un trabajo de desarrollo que se ha prolongado durante alrededor de ocho años hasta crear este sistema, que se ha lanzado al mercado como Neovid y que permite realizar todo ese trabajo de subida y bajada de los alambres del emparrado y de conducción de la vid en espaldera con un menor esfuerzo, aparte de reducir el trabajo y su tiempo de ejecución.
De hecho, con Neovid se reduce en un 80% la necesidad de mano de obra en el viñedo con respecto a los sistemas tradicionales, "lo que redunda en un ahorro de costes importante en mano de obra para el viticultor, además de evitar que se produzcan las molestias y problemas que sufren estos trabajadores por el desarrollo de esta actividad y que se localiza en la zona de los hombros, manos y espalda". También todo el proceso se realiza de forma más rápida, ya que en cada poste "se precisa menos de un segundo para fijar los alambres".
Neovid presenta otra serie de ventajas como la mejora de la producción del viñedo en espaldera y de la calidad de la uva, aparte de contribuir a la disminución de los riesgos de daños que pueda erigir el viento. Y es que este sistema facilita que la fruta se desarrolle en mejores condiciones microclimáticas desde el punto de vista de la iluminación, aireación y humedad ambiental.
Además, entre otros beneficios frente a sistemas tradicionales figura asimismo una mayor facilidad para llevar a cabo los procesos de deshojado, poda o vendimia, ya sean manuales o mecánicos, y la aplicación de tratamientos fitosanitarios.
Unas ventajas que "son una mejora competitiva y que contribuyen a humanizar el trabajo en el viñedo, sector en el que estos avances no se han producido tan rápidamente como en otras actividades".
El sistema, que ha sido premiado en el concurso nacional de Innovaciones Tecnológicas en la Feria Tecnovid que se desarrolla en Feria de Zaragoza hasta este viernes, es muy sencillo de utilizar "y no necesita herramientas para colocarlo" en cada uno de los postes intermedios del emparrado con independencia de que sean metálicos o de madera, explica César Mesa, quien añade que, una vez instalado, los alambres del emparrado quedan enlazados en Neovid, de manera que no se mueven en todo el año, pudiendo el agricultor elegir en qué momento quiere cerrar el sistema.
Este sistema pionero a nivel mundial, cuya inversión es baja y retorna en 1,5 años, ya se está comercializando en España, país en el que se han realizado alrededor de 400 instalaciones el año pasado con un millón de piezas.
Además, Neovid, que estos días puede verse en el stand de la empresa en Feria de Zaragoza, también se ha comenzado a comercializar en los mercados exteriores en los que igualmente está teniendo una buena aceptación. De momento, se introducido en Estados Unidos, Australia y Chile y "pronto en Italia".