El vicealcalde de Zaragoza, Fernando Gimeno, ha indicado que el Ayuntamiento ya ha recurrido la sentencia que le obliga a pagar 4,6 millones de euros a las empresas contratistas de los autobuses de los barrios rurales. Desde el PP critican la estrategia de "judicializar todo" para no hacer frente a los pagos.
La sentencia ha sido dictada por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Zaragoza. En ella se obliga al Ayuntamiento de Zaragoza a pagar un total de 4,6 millones de euros a las empresas concesionarias de las líneas de autobuses de los barrios rurales de Zaragoza, que solicitan esta cantidad al consistorio en concepto de revisiones de los precios de 2010 y 2011.
Una sentencia, que no es firme, y que ya ha sido recurrida, según ha explicado el vicealcalde de Zaragoza, Fernando Gimeno. El portavoz socialista ha explicado que es una "discusión antigua" entre el Consorcio Metropolitano de Transporte y las empresas concesionarias, que a su parecer "no tiene sentido que cobren más por ir a barrios rurales que a los pueblos de al lado y no estamos dispuestos a pagarles más a las empresas privadas".
Puesto que es una sentencia recurrida, Gimeno ha precisado que "no tengo obligación ni de pensar en pagar hasta que no se resuelva judicialmente y luego hay técnicas presupuestarias para solventar la situación". También se ha mostrado favorable a llegar a un acuerdo con las empresas.
Críticas populares
Sin embargo, el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Zaragoza, Eloy Suárez, ha criticado "esa estrategia de judicializarlo todo, de recurrirlo todo" porque "no va a ninguna parte porque al final las sentencias se producen y hay que pagar y nosotros lo que no podemos entender es cómo el señor Gimeno --vicealcalde-- no hizo caso a los informes" que recomendaban pagar la cantidad a las concesionarias, ha aseverado Eloy Suárez.
El portavoz del PP ha afirmado que el Presupuesto municipal de 2015, que está en fase de negociación, "ya no vale", puesto que no recoge una partida de 4,6 millones de euros para pagar a las concesionarias de los autobuses de los barrios rurales. Ha emplazado al alcalde, Juan Alberto Belloch, a dialogar sobre las cuentas del año próximo.
También ha criticado la política de "la patada hacia adelante, el no reconocer la realidad, el meter las facturas en los cajones, el judicializar las facturas para no pagarlas", ya que esta estrategia "es una bola que va engordándose y se va a trasladar a las próximas Corporaciones".
Además, ha advertido de que "puede suceder" que "un día no haya recursos para prestar los servicios públicos". En ese sentido, el PP quiere que el Consistorio elabore un informe sobre el coste exacto de los servicios y la "infradotación" de los mismos en el Presupuesto.
Eloy Suárez, quien ha defendido los servicios públicos "de calidad" y se ha mostrado preocupado porque pronto se dictarán varias sentencias que pueden obligar al Ayuntamiento a pagar 20 millones por unas expropiaciones, lo que hará "inservible" el Presupuesto.
Responsabilidad
Eloy Suárez ha destacado el "altísimo sentido de la responsabilidad" del Grupo Popular, que "ha posibilitado que se siga debatiendo" el Presupuesto, añadiendo que el Gobierno de la ciudad tiene las posibilidades que quiera, ya que los populares han hecho un "ofrecimiento" para llegar a un acuerdo "y ahora viene el momento de la negociación".
Ha aludido al rechazo del Grupo de IU a las cuentas presentadas por el alcalde, Juan Alberto Belloch, al señalar que "el tripartito había saltado por los aires y condenado a la ciudad a que no hubiera Presupuestos", pero "ahora existe una posibilidad".
A juicio de Suárez el Gobierno de Belloch "sigue obsesionado con volver a construir el tripartito". Ha agregado que el PSOE intentará "por todos los medios" pactar con IU, pero el PP seguirá planteando un acuerdo y si la negociación no se produce "será responsabilidad de Belloch".
El portavoz del PP ha dicho también que "si no hay Presupuesto no hay segunda línea del tranvía", ya que se caerán las inversiones. En la negociación, la renuncia a esta obra pública no es "indispensable", pero "va a estar encima de la mesa".