La franquicia abre sus puertas en el Centro Comercial Aragonia para ofrecer un nuevo concepto de restauración basado en el sabor gaditano, pero influenciado por la tradición jerezana que aúna la esencia del campo, el toro y el flamenco.
Hamburguesa de rabo de toro con queso de cabra payoyo es la especialidad de la Taberna del Volapié, que este viernes ha abierto sus puertas en Aragonia, en Zaragoza. Una firma que se implanta en la capital y que trae un nuevo concepto de restauración y que recrea el ambiente del "tapeíto y la cervecita" propio de Andalucía.
En concreto, la Taberna del Volapié ofrece un concepto de restauración que surge de la mezcla de la originalidad y el arte, creando un espacio con un ambiente acogedor que aúna las esencias que han marcado la tierra andaluza como el toro, el campo y el flamenco.
Una particularidad que se une a la variada gastronomía de su carta con la que se rescatan viejos sabores de los fogones de las abuelas de la mano de guisos calientes y de chacinas, salazones, quesos y cartuchos de gambas.
La franquicia fue fundada por Ángel María Gutiérrez, jerezano y joven emprendedor que apostó por la restauración del sur gracias a su afición a la cultura gastronómica de esa zona. En 2008, decidió inaugurar la Taberna del Volapié en Fuengirola, Málaga, con la intención de recrear en ella el ambiente del sur.
Tras el éxito de esta apertura, en apenas un año comenzó la expansión por Andalucía y el resto de España. En la actualidad, la cadena alcanza la treintena de locales. Además, en su centro de Puerto Banús han construido su laboratorio gastronómico y centro de formación donde desarrollan todos los nuevos platos que se introducirán en la cadena, con los cambios de carta dos veces al año, y donde se forma a todos los franquiciados.