
El presidente de la Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón (ADEA), Salvador Arenere, habla en una entrevista concedida a elEconomista.es de la situación económica de Aragón y de España en un momento en el que los directivos de la comunidad empiezan a notar una mejora de la economía y se prevé crecer en contrataciones. Sin embargo, todavía quedan importantes retos por delante como solucionar los costes energéticos y el acceso a la financiación de las empresas, así como la reforma de la administración y de la universidad. ADEA engloba a 1.200 directivos.
¿Cómo ve la situación de la economía de Aragón y de España?
Recientemente hicimos públicos los resultados del primer semestre de 2014 del Indicador de Opinión ADEA, donde los directivos, socios de ADEA, opinan sobre la evolución de la economía. En esta ocasión y por primera vez desde hace muchos años, una mayoría (69%) manifestaron que tienen una visión favorable para el próximo semestre. Esta opinión coincide con los diferentes indicadores que vamos conociendo a nivel de España.
Precisamente, algunos indicadores económicos están teniendo una mejor evolución en los últimos meses. ¿Notan si esta evolución favorable se está percibiendo en las empresas?
Claramente sí, como decía anteriormente. La excepción sería la demanda interna y el consumo. Aragón no está teniendo un comportamiento favorable en este indicador.
¿Prevén que aumente la contratación?
Eso nos dicen. El 56% cree que van a contratar en el próximo semestre.
¿Qué medidas consideran los directivos que son necesarias para reactivar la economía y que se vuelva a generar empleo?
Sería necesario modernizar y reestructurar la administración. Considero que es la gran asignatura pendiente y que se han dado todas las circunstancias para ello. Las empresas y las economías domésticas ya se vieron obligadas.
La actividad económica se fue reduciendo de manera importante en estos años y el aparato administrativo no se ha reducido, ni ha ganado en eficiencia. Es imprescindible actuar en una reforma profunda de la administración.
La universidad es otro de los retos. Deben adecuar su oferta de titulaciones a la demanda real de formación que requiere la empresa. La revolución digital va a generar grandes oportunidades.
De las medidas que se han adoptado por parte del Gobierno central recientemente para impulsar la economía, ¿echan de menos alguna que debería adoptarse?
Como hemos comentado anteriormente, aplicando esas medidas, la reforma del sistema fiscal pudiera ser más eficaz y la reducción real de impuestos estimularía la demanda, la inversión y el consumo.
¿Es ya el momento de empezar a subir los salarios de los trabajadores?
Creo que sería peligroso perder competitividad en estos momentos en el que las exportaciones no llevan el ritmo de los últimos años. Francia e Italia, nuestros principales mercados exportadores, no atraviesan buenos momentos y dificultan nuestras exportaciones.
El acceso a financiación ha sido uno de los problemas que ha afectado a muchas empresas. ¿Notan que fluye más ya el crédito?
Creo que este es uno de los grandes problemas que han mejorado sustancialmente. Claramente nuestros directivos han notado cambios importantes a mejor, pero no debemos olvidar que los niveles de exigencia por parte de las entidades financieras en materia de conceder créditos se han elevado. Todavía los ratios de mora del sector están en torno al 12%.
En relación al coste energético para las empresas, ¿qué medidas deberían adoptarse para solucionar esta situación y que la afección sea menor?
Este es el "gran problema" en estos momentos en Aragón y en España. Si competimos con Alemania y sus costes energéticos son un 30% inferiores y si en Francia el recibo de la luz es un 65% inferior, es difícil ser competitivos y más difícil todavía reactivar el consumo. Se trataría de un gran acuerdo político de la mayoría de los partidos y un gran pacto nacional.
¿Están apostando las empresas aragonesas por la innovación?
Creo que Aragón destaca en este tema. Ejemplos como Walqa, CEEI, ITA o el Instituto de Nanociencia de Aragón son buena prueba de ello.
En el último indicador de opinión de ADEA se refleja que las empresas aragonesas tienen una mayor confianza en el mercado interior. ¿Perciben que se empieza a recuperar la demanda interna y el consumo?
Sólo en parte. Están mejorando las carteras de pedidos, pero el consumo no reacciona suficientemente.
En exportaciones, se prevé un cambio de tendencia y que crezcan menos tras los aumentos consecutivos que se han venido produciendo. ¿Van a dejar de ser el motor de crecimiento de las empresas?
Se observa una leve relajación en el excelente comportamiento en las exportaciones en los últimos años. De cualquier manera, la balanza de pagos tiene un mejor comportamiento en Aragón que en España. Destaca en importaciones el crecimiento del 16% en importaciones de vehículos.
Como asociación de directivos, ¿qué objetivos se han marcado para este año?
Este año lo estamos dedicando claramente a todo lo que se refiere a la Nueva Economía, es decir, aquellos sectores o negocios emergentes y las áreas de la empresa que están adquiriendo un creciente protagonismo, como aquellos con fuerte contenido tecnológico, sectores vinculados a la economía "verde", nuevos modelos de energía, nanociencia, nanomedicina, biotecnología...
Además, nos llena de orgullo el programa "Líderes para el Futuro", en su tercera edición, que consiste en dar la oportunidad a un reducido grupo de 15 directivos, con un determinado perfil, de compartir y debatir temas de actualidad con directivos de grandes compañías.