Opinan que son políticas continuistas que han fracasado y que sólo han sido útiles para deteriorar los servicios públicos.
Tras la comparecencia del consejero de Hacienda del Gobierno de Aragón, Javier Campoy, las reacciones de los grupos parlamentarios de la oposición no se han hecho esperar. La diputada del PSOE, Ana Fernández, ha lamentado que Campoy haya presentado una "política continuista que ha fracaso" y que ha llevado a que la Comunidad autónoma tenga "148.000 parados, 50.000 más" que cuando PP y PAR llegaron al Gobierno, para opinar que el Ejecutivo actual ha "despilfarrado la posición de Aragón, acordando distancias" que le eran favorables en tasas de desempleo, deuda pública o déficit.
El diputado de CHA, José Luis Soro, ha afirmado que las políticas desarrolladas hasta ahora "no han servido para nada más que para deteriorar servicios públicos, arrasar con las clases medias y condenar a mucha gente a la desesperanza", "solo sirven para amargar la vida a la gente" y ha reclamado el acuerdo bilateral económico financiero Aragón-Estado.
El diputado de IU, Adolfo Barrena, ha querido conocer "dónde van a recortar al final, diga cuantía y partidas del Presupuesto", para preguntarse "quién va a comprar" los inmuebles si es esto lo que se va a enajenar, reclamar la subida del impuesto de patrimonio a quienes más tienen y el cobro de los 17 millones de euros pendientes de pago por las grandes superficies comerciales. "Siguen sin una alternativa, no saben por donde tirar y van improvisando", ha opinado.
Apoyos
El diputado del PAR, Antonio Ruspira, ha abogado por "seguir perseverando en las líneas de trabajo de consolidación fiscal, estabilidad presupuestaria y modelo de financiación autonómica", así como por priorizar políticas sociales, creación de empleo, crecimiento económico y vertebración territorial y ha sostenido que "no hay que mezclar" el plan de ajuste con una adecuada ejecución presupuestaria.
El diputado del PP, Jorge Garasa, ha comentado que las medidas anunciadas por Campoy son "novedosas" y permitirán "un buen control del gasto y mayor agilidad", para indicar que el déficit se debe a cuestiones "más coyunturales que estructurales" y considerar que se puede desinvertir desde lo público "en las inversiones maduras y que no creen deslocalizaciones".