El proyecto contempla la unión de Astún, Candanchú y Formigal creando un dominio esquiable de 220 kilómetros en el Pirineo aragonés.
El Gobierno Aragonés quiere impulsar el sector de la nieve con este proyecto con el que se crearía un dominio esquiable de 220 kilómetros a través de una infraestructura de transporte por cable para unir Astún, Candanchú y Formigal y que permitiría utilizar la estación de Canfranc como punto de salida para las estaciones de esquí.
El proyecto, que supondrá una inversión de 60 millones de euros y que sería fruto de la colaboración público y privada, permitiría dinamizar el desarrollo socioeconómico de la zona y conseguir que los esquiadores de fin de semana pasen una semana completa, según ha explicado la presidenta del Gobierno de Aragón Luisa Fernanda Rudi.
Las previsiones apuntan a que se podría alcanzar 1,1 millón de visitantes, cifra que en la actualidad supone el número de esquiadores que pasan por todas las estaciones de esquí aragonesas.
El plan, que ahora se someterá a un período de información pública, contempla la unión de las estaciones de esquí a través del collado de Canal Roya por su menor impacto medioambiental y su mayor repercusión en la economía de esta zona del Pirineo aragonés.
El proyecto de unión, que contempla un plazo de diez años, está previsto que se ejecute en cuatro fases. La primera de ellas se centraría en la unión de las estaciones de Formigal y Astún a través de un telecabina o un telesilla que recorrería una distancia de 3,8 kilómetros.
Ya en una segunda fase se enlazarían las estaciones de Astún y Candanchú con un remonte por cable aéreo de unos 3 kilómetros de longitud, mientras que en la tercera fase se uniría Candanchú y el aparcamiento que se proyecta en la zona de Rioseta a través de un remonte de 1,4 kilómetros. Finalmente, en la cuarta fase, se uniría la infraestructura de la estación de Canfranc con otro remonte de 2,7 kilómetros.