La vieja Europa era hasta ahora tierra de ‘no inflación’. Pero el mejor estado de la demanda interna y los precios de la energía están cambiando el panorama. En julio, la inflación se aceleró en Alemania hasta el 2.1% mientras que en Francia avanzó un 2,2%. Ambos datos superan el 2% que se da el Banco Central como meta a medio/largo plazo. Recordamos que al contrario de la Fed, el BCE toma en cuenta la inflación total y no solamente la subyacente. Las cifras confirman la previsión del BCE por una tasa de inflación por encima del 2% en 2006 y durante la primera mitad de 2007 al menos.