El petróleo se disparó ayer en un 3% a 77 dólares tras el cierre del pozo más importante de BP en Alaska con una producción de 400.000 barriles/día. La OPEP expresó preocupación por el cierre y declaró que intentará que no haya interupción en el suministro al mercado mundial. La Agencia Internacional de la Energía descartó usar sus propias reservas estratégicas. Sin embargo, el Departamento de Energía de Estados Unidos dijo que considera la posibilidad de prestar petróleo de sus reservas de emergencia como lo hizo el año pasado después de Katrina. Algunos analistas preven un precio de 80 dólares antes de finales de spetiembre.