La venta de viviendas nuevas cayó en Estados Unidos un 8,5% hasta un dato anualizado de 526.000 unidades, después de un descenso el mes anterior del 5,3% hasta las 575.000, dato corregido a la baja desde las 590.000 casas anunciadas en una primera estimación. El dato, el peor en 17 años, se queda lejos de las previsiones, ya que los analistas preveían un descenso de las ventas de tan sólo un 1,7%. Los datos del sector residencial de Estados Unidos se siguen con mucha atención en el mercado ya que es clave para la resolución de la actual crisis crediticia. Hasta que este sector no toque fondo los bancos seguirán expuestos. Las ventas de viviendas nuevas han caído un 36% respecto a marzo de 2007, mientras que el precio medio de las casas se ha rebajado un 13,3% hasta los 227.600 dólares.
