Endesa y, en menor medida, Fenosa daban ayer saltos de alegría tras conocer el nuevo Plan Nacional de Asignación de derechos de emisión de CO2. Frente a la propuesta inicial del Gobierno de otorgar al sector 50 millones de toneladas, el Plan recoge finalmente 73,3 millones. Una decisión que las eximirá de acometer grandes inversiones para reducir sus emisiones contaminantes, o más bien de tener que comprar ingentes cantidades de derechos en el mercado creado a tal efecto. La gran perdedora es Iberdrola, mucho menos dependiente del carbón y que, por ello, había pedido que no se otorgara ningún derecho de emisión al sector. Un plan más estricto le habría beneficiado claramente frente a sus competidores, pero finalmente el Ejecutivo ha preferido satisfacer a las grandes eléctricas... aun a costa de seguir incumpliendo el protocolo de Kyoto.