Por Germán López Responsable del sector Energía y Medio Ambiente en Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA)
La internacionalización se ha convertido en una de las principales vías para la consolidación y crecimiento de las empresas. Entre las diversas formas mediante las que una empresa puede abordar su crecimiento en el exterior, se encuentra la participación en las licitaciones internacionales de ayuda al desarrollo gestionadas por diversos organismos multilaterales, como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), etc. Estas entidades disponen de fondos, procedentes de los países donantes, que se destinan a articular proyectos enfocados a cumplir con los objetivos de alcanzar un desarrollo sostenible en los países receptores de estas ayudas y que pueden ser una herramienta ideal para empezar a implantarse y/o conocer con más detalle estos mercados. España tiene una posición destacada entre los países adjudicatarios de las licitaciones internacionales de varios organismos multilaterales. Sirva de ejemplo que, en las licitaciones del Banco Mundial durante el periodo 2004-2017, España ha ocupado la quinta posición por valor de los contratos adjudicados, con más de 5.614 millones de dólares, con especial éxito en Latinoamérica. El análisis más detallado de estos datos permite determinar que las empresas españolas, especialmente las empresas ejecutoras de obras y proveedoras de bienes, están aprovechando las oportunidades de negocio ligadas a proyectos promovidos por el Banco Mundial y otros organismos multilaterales. Sin embargo, las empresas españolas prestatarias de servicios de consultoría no están siendo tan exitosas, ocupando un modesto 20º puesto en el periodo indicado. Si bien la vía de las licitaciones de organismos multilaterales ofrece ventajas como reducción de riesgos, garantía en el cobro del contrato y fortalecimiento del posicionamiento internacional de la empresa, es importante destacar que para resultar exitosos en estas licitaciones extremadamente competitivas es esencial el establecimiento de una estrategia empresarial que incluya aspectos clave como el conocimiento pormenorizado del ciclo de licitación, la identificación de socios adecuados en los sectores y regiones geográficas de especial interés, etc. Tras capacitarse para acceder a este mercado, Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA) consiguió en 2017 su primera licitación financiada por un organismo multilateral con un contrato en Perú financiado por el BID. CTA tiene competencias y capacidades para proveer de servicios de innovación diferenciales a países cuyo sistema de I+D+i está en proceso de construcción y puede detectar oportunidades en el mercado multilateral para empresas españolas con un perfil tecnológico e innovador. Los organismos financieros multilaterales mueven más de 120.000 millones de dólares al año en todo el mundo, según datos de Extenda, pero, más allá de las cifras, representan un pasaporte a la internacionalización del negocio que las empresas han de aprovechar.