No puede decirse que no estuviera bien arropada. La toma de posesión de Susana Díaz como presidenta de la Junta de Andalucía, celebrada en el Parlamento regional, reunió a rostros muy influyentes del PSOE nacional, a empresarios reconocidos e incluso a las más altas instituciones eclesiásticas de la comunidad. Sin embargo, hubo ausencias notables, aunque no por ello poco esperadas. Los dos presidentes andaluces que antecedieron a Díaz en el cargo, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, imputados ante el Tribunal Supremo por el caso de los ERE, no acudieron a la cita, así como ninguno de los líderes de los partidos de la oposición.
No se perdieron su toma de posesión, a la que acudieron unas 400 personas y en la Díaz que estuvo respaldada por su familia al jurar sy cargo, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. Tampoco lo hicieron otros líderes socialistas como el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Antonio Miguel Carmona, y el candidato socialista a la Presidencia de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page. Díaz también estuvo arropada por los expresidentes de la Junta Rafael Escuredo y José Rodríguez de la Borbolla, así como por los expresidentes del Congreso Manuel Marín y José Bono y los exministros José Blanco y Trinidad Jiménez.
Tras jurar su cargo, la ya presidenta de la Junta -83 días han tenido que pasar desde que su lista fuera la más votada el pasado 22 de marzo- reclamó "unidad" a todos los partidos con representación en el Parlamento. "Voy a gobernar en un marco de diálogo con todas las fuerzas: inclusión y no exclusión, dialogo y no imposición, suma y no resta, un camino por el que vamos a transitar con toda la ilusión", apuntó en su discurso. En este sentido, recalcó que gobernará "para todos los andaluces", ante los que "empeñó" su palabra.
Así, aseguró que Andalucía tiene por delante sus mejores años y no olvidó una de las principales lacras que persigue a los gobiernos socialistas en la comunidad. "La corrupción tiene que ser eliminada y extirpada", expresó, al tiempo que garantizó gobernar con "honestidad" y cumpliendo todo lo prometido. A este respecto, anunció que hoy hará públicas su última declaración de la renta y la de su marido.
En representación del Gobierno asistió el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, quien deseó "suerte" a Díaz y aseguró que mantendrá la "colaboración leal" que ha venido desarrollando con esta comunidad en lo que va de legislatura.
