
El grupo agroalimentario, primer exportador de aceituna de mesa de España por valor (100 millones en 2013), presenta su primera Memoria de Sostenibilidad. Realizada con el último estándar disponible, sólo el grupo conservero Calvo ha realizado un ejercicio similar en el país hasta ahora. La compañía familiar ha logrado además el vertido 0 de aguas residuales en su planta de Morón de la Frontera (Sevilla).
La presentación de la Memoria de Sostenibilidad ha corrido a cargo de Ángel Camacho, uno de los hermanos propietarios de la empresa y director general, y dos directivos: Juan Carlos Sánchez, director de Marketing Global y Comunicación y de Pedro Cruces, director de Ingeniería y Medioambiente. El acto ha tenido lugar en la sede de la asociación Landaluz en Sevilla. El documento se refiere a Ángel Camacho Alimentación, la principal empresa del grupo y la que explota el complejo industrial de Morón.
En ella, y en cuanto al consumo energético de la compañía, Camacho resaltó especialmente varios datos clave relativos al periodo 2010-2013: las emisiones de CO2 se han reducido un 23 por ciento (es decir, 4.328 toneladas menos); la intensidad energética, medida en consumo eléctrico por kg de aceituna envasada, ha caído otro 12,4 por ciento; el consumo total de agua se ha reducido en un 14 por ciento, hasta 1,13 millones de metros cúbicos, es decir, 184.533 metros cúbicos menos; y que el 56 por ciento de la energía consumida procede ya de la biomasa.
Cruces precisó respecto a esto último que el objetivo es lograr sustituir completamente el uso de combustibles fósiles por parte de la planta de Ángel Camacho en Morón dentro de tres años. En 2013, y medida la energía total (electricidad y combustibles) en gigajulios, el consumo de la factoría fue de 159.434. De ellos, 38.008 procedieron de electricidad. Del resto, 121.434, el 56 por ciento procedía ya el pasado año del uso como combustible de hueso de aceituna y otros tipos de biomasa generadas en el propio proceso productivo.
Agua y beneficios
El otro 44 por ciento procede del uso de gasoil y fueloil, combustibles que serían erradicados en 2017 según los planes de la empresa. Algo que sería un hito para la compañía y también para el conjunto del sector agroalimentario español.
Hito que se añadiría al que ya ha logrado al lograr el vertido 0 de aguas residuales. El uso del agua es, en la industria aceitunera, la variable clave de su sostenibilidad ambiental. El director general señaló: "Creo que somos la única empresa de nuestro sector que ha logrado esto en el mundo".
Ángel Camacho recoge, primero, todas las aguas de lluvia posible en la época lluviosa en unas balsas ubicadas en terrenos propios; en segundo lugar, reutiliza las aguas con baja contaminación, que son las más abundantes de las que genera y proceden de la limpieza de sus instalaciones, para regar sus propios olivos; y, tercero, las aguas con alta contaminación (con lejía o salmuera) se depositan en las balsas de lluvia en verano (cuando estas están vacías), lo que permite su evaporación. El residuo seco que dejan estas últimas se entrega luego a un gestor autorizado.
El documento contiene además algunos datos desconocidos hasta ahora, como la evolución del beneficio neto del grupo, que en 2013 se situó en 1,84 millones de euros, el doble que un año antes. El volumen de negocio consolidado fue de 183,5 millones el pasado año, un 6 por ciento más que el año anterior. Es el mayor envasador de aceitunas de mesa del mundo, y en 2013 compró 63 millones de kilos de aceituna por valor de 92,5 millones a 99 proveedores, de los que 37 son cooperativas.
Uno de sus principales logros ha consistido en convertirse en la empresa aceitunera que más valor añade a sus productos, ya que el 95 por ciento se comercializan envasados.