La compañía de fabricación de palas eólicas presentará un expediente de regulación para los 40 empleados que aún mantenía, según UGT. El sindicato culpa a Bankia de haberse negado a financiar a una empresa externa la construcción del molde para producir 300 palas para el grupo eólico alemán Vensys, contrato valorado en 42 millones de euros.
Este diario ha intentado sin éxito contrastar la versión ofrecida por los sindicatos sobre el cierre de la empresa con la dirección de la empresa. Juan Carlos Valverde, consejero delegado y accionista, trató desde que Eozen fue a concurso a final de abril buscar vías de financiación alternativas a la banca, que tampoco han fructificado. La empresa necesitaba fondos por cuatro millones de euros para construir ese molde, e incluso Vensys accedió a que fuera una tercera empresa filial suya, con aval de una entidad alemana (Bayer LB), la que buscara esos fondos.
Una tarea que se ha mostrado imposible. Otras fuentes cercanas a la empresa han explicado que Bankia habría exigido condiciones de pago inasumibles para conceder esos cuatro millones. Cerradas el resto de vías de financiación, también públicas con la agencia Idea, la empresa no puede continuar funcionando.
Eozen, ubicada en la comarca granadina de El Marquesado de Zenete, inició su andadura hace ahora una década y sufrió la presión de sus competidores y también la caída del mercado eólico español, además de errores de gestión por parte de su accionista de control inicial (Manuel Alguacil, que sigue siendo socio minoritario). Declaró concurso hace dos meses tras no encontrar apoyo financiero suficiente ni de sus bancos acreedores -BMN-Caja Granada y Bankia- ni de terceros para mantener activo un aval de la agencia pública Idea que garantizaba, a su vez, un crédito de 8,5 millones de BMN. La comisión anual para mantener activo el aval era de 360.000 euros.
Eozen entra en concurso pese a un contrato de 42 millones con Vensys
