La inmobiliaria cordobesa vende el 1,3 por ciento que aún poseía por 83 millones, tras colocar otro 1,5 por ciento el pasado año por 94 millones. El pacto, roto y que ha generado una denuncia, con el expresidente de Metrovacesa le garantizaba el doble de ese importe.
Prasa ha salido del capital de la inmobiliaria francesa Gecina, en la que la española Metrovacesa es el principal accionista con el 27 por ciento. Un paquete que la firma también ha anunciado que va a vender.
El grupo cordobés, antiguo aliado del que fuera expresidente de Metrovacesa, el jerezano Joaquín Rivero, contra los italianos de Caltagirone que trataron de comprar la inmobiliaria cotizada hace ahora una década, ha acabado enfrentado a él. Prasa cambió las acciones que adquirió en Metrovacesa para apoyar como 'caballero blanco' a Rivero por casi un 3 por ciento en su filial Gecina. Ello con el compromiso de Rivero de recomprarle esa participación a 180 euros por acción, pacto incumplido que ha llevado al grupo andaluz a denunciarle por estafa, ya que le ha causado un perjuicio que estima en 200 millones.
Prasa contaba con obtener unos 400 millones con ese pacto de recompra, pero al incumplirse y colocar su participación entre el pasado año y este ha obtenido 190 millones. La compra de las acciones de Metrovacesa -luego permutadas por las de Gecina- se financió en 2007 por la antigua Caja Madrid, hoy Bankia, con 250 millones.
La entidad nacionalizada también estaría apremiando a Prasa para que cumpla con los pagos de ese préstamo, con vencimiento en 2018 tras ser refinanciado en 2010. La compañía lleva años tratando de renegociar su deuda con 29 bancos, que llegó alcanzar los 2.500 millones y se ha reducido espectacularmente hasta sólo 500, aunque hasta ahora sin éxito.
Junto a estos movimientos corporativos y judiciales, una filial del grupo cordobés mantiene su pulso, también en los tribunales, con Abengoa, a la que reclama 47 millones por la compra de unos terrenos en 2007 en Sevilla.