
El sector del espectáculo está seriamente "tocado" y hay que inventar lo que sea con tal de aguantar y salir hacia delante. Así lo explica Daniel Rodríguez, propietario, junto a su hermano Juan Antonio, de Espectáculos Mundo, empresa fundada el siglo pasado por su padre, Antonio. Ellos se han reinventado diversificando el negocio, aplicando una política de austeridad y reutilizando infraestructura propia.
Rodríguez, que fue presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Málaga durante cuatro años, asegura que la crisis se está notando mucho en el mundo del espectáculo. Su grupo facturó el pasado año 6,5 millones, cantidad similar a 2011. Muchas empresas vinculadas a este sector han caído en picado, según Rodríguez, quien subraya que ellos han conseguido frenar esa línea descendente con una "economía de guerrilla".
Esto se traduce en que ha abierto nuevas líneas de negocio y configurado un plan a cinco años para adaptar su actividad a los nuevos tiempos. En estos momentos se sustenta en varias patas: Modula, que se dedica al montaje de infraestructuras para ferias y congresos, escenarios, gradas y carpas; otra sociedad, Málaga Entradas, vende eventos deportivos, musicales, culturales; y 101 TV, es otro pilar importante que se pone en marcha para reutilizar una parte de la infraestructura técnica de la empresa.
El palo del IVA
La última -es la que más ha crecido- está relacionada con el alquiler de recintos feriales, donde organizará conciertos, y plazas de toros. Según Rodríguez, con esta fórmula se abarata la producción. "Es el futuro de este negocio. Nos enseña la puerta de salida de la crisis".
Pese a todo, ha reducido plantilla hasta medio centenar de empleados, la mitad que en la época de bonanza. Junto a la caída del negocio, el empresario critica la subida del IVA del 8 al 21% y subrayó que la medida va a condicionar el futuro del sector. "Ha sido una bomba en el mundo de los conciertos y espectáculos", asevera. Sin embargo, se muestra confiado en que el tema se reconduzca a futuro.
"Nosotros hemos hecho un gran esfuerzo para que no repercuta en el consumidor, pero lamentablemente incide en los costes de los conciertos". Destaca que ahora es más difícil la viabilidad de un evento musical y, por supuesto, la rentabilidad. Además, la subida daña a la cultura y no la protege mediante tipos reducidos como ocurre en la inmensa mayoría de los países europeos. "En Francia el IVA es del 7%", indica.
Rodríguez advierte de que no pide subvenciones para los empresarios, sino "que impere el sentido común para consolidar un modelo cultural que demanda la sociedad y nuestro entorno europeo".
Con respecto a la filosofía de la empresa, recuerda los principios de su padre en el sentido de reinvertir los beneficios todos los años, crear equipo por encima del mantenimiento de un alto nivel de vida para los propietarios.