Andalucía

Buena educación para competir mejor

  • España no tiene recursos naturales, pero sí bagaje histórico para educar.

Para aprovechar las mejoras de la tecnología y su aplicación a las empresas estas necesitan personas cualificadas, cada vez más cualificadas.

Las economías desarrolladas suelen contar con mejores dotaciones de capital que las que no lo son. Esto trae como consecuencia que las empresas ya existentes mejoren sus costes y en consecuencia amplíen su oferta; también que surjan nuevas empresas. Se genera también la necesidad de contratar más personas para poder desarrollar estos procesos y por tanto aumentan las tasas de empleo.

Para aprovechar las mejoras de la tecnología y su aplicación a las empresas estas necesitan personas cualificadas, cada vez más cualificadas. Es preciso por tanto que el sistema educativo de un país acompañe este proceso.

Desde otro punto de vista -en un mundo globalizado como el actual- los países que cuenten con altos niveles en educación disfrutan de una ventaja esencial para competir. Empresas que requieren altos niveles de cualificación para desarrollar sus actividades suelen valorar, para localizar sus centros de trabajo, poder contar con personal cualificado para desarrollar sus procesos. También es frecuente que este tipo de empresas estén posicionadas en sectores con altos márgenes, lo que les permite ofrecer salarios altos a los que en ellas trabajan.

Esto nos lleva a considerar la importancia de un buen sistema educativo para el desarrollo del bienestar económico de un país. Desde un punto de vista social, un buen sistema educativo permite que exista igualdad de oportunidades, esto mejora la equidad. Indirectamente, las personas cualificadas suponen beneficios para la sociedad, por ejemplo poder contar con un buen sistema sanitario. Son muchas las ventajas de todo tipo que genera la educación.

Uno de los peligros de la actual situación económica es que se vean las cosas sólo en el corto plazo, los resultados positivos de buenas políticas educativas suelen tardar años en ponerse de manifiesto. Mantener la convergencia de rentas con el resto de nuestros socios europeos exige dedicar recursos al sistema educativo. Nuestro país no cuenta con especiales recursos naturales, pero si con un fuerte bagaje histórico y cultural que facilita la educación.

Toda la sociedad debe apoyar. Para lograr buenos resultados es preciso que se impliquen familias, administración, instituciones docentes, profesorado etc. Las empresas también pueden colaborar señalando sus necesidades, con ello se facilita que las personas que se forman se incorporen al mercado laboral.

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