
José Cabrera, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Andalucía, acaba de incorporarse a la junta directiva de la CEOE en representación de los jóvenes empresarios de Andalucía.
P. ¿Qué supone su nombramiento?
R. Pues eso mismo me pregunto yo. ¿Qué hago yo aquí con la que está cayendo? En este puesto representativo no cobro un duro y con mis empresas ya tengo un volumen de trabajo enorme. El domingo salí de casa y aún no he vuelto (la entrevista se realizó un jueves). Lo que valoro por encima de todo es que estar en la CEOE te permite hacer contactos, ver, oír y aprender muchísimo. Es un máster práctico.
P. ¿Faltan empresarios jóvenes en las organizaciones patronales?
R. Por supuesto. Es importante que se integren más porque son el futuro de las patronales y cuanta más información y conocimiento tengan de su funcionamiento, mejor. Además, muchas veces falta frescura, te acomodas. A mí mismo me pasa. Hace falta la vitalidad del que entra, aunque sólo el 10 por ciento de lo que diga tenga realmente valor para la organización.
P. La CEOE se encamina hacia una profunda reforma, al tiempo que el expresidente ha sido encarcelado por posibles delitos graves. ¿Qué piensa de todo ello?
R. Lo que haga una persona no representa lo que hace el conjunto. Lo que tenemos que hacer los jóvenes empresarios es trasladar que hay un cambio profundo en la sociedad. Y que cuanto antes asumamos ese cambio, menos graves serán sus consecuencias. De todas formas, a los empresarios de base, los problemas de las patronales nos tocan indirectamente porque el empresario está demonizado en España y esos problemas refuerzan este tópico. De hecho, aquí hemos empezado a usar la palabra emprendedor para no utilizar la de empresario.
P. Al que está pensando en emprender, o al que ya lo ha hecho recientemente, ¿qué mensajes envía?
R. Hemos estado orientados al emprendedor desde hace veinte años. Y hoy valoro mucho que los universitarios piensen más en ser empresarios que antes. Quizá porque la imagen de las Administraciones Públicas no es ya tan buena. A los que empiezan les digo siempre: asesoraos bien, porque entre el 70 y el 80 por ciento de las nuevas empresas desaparece en tres años. En general, es buen momento para emprender. Pero también les quitamos las ganas de hacerlo a quienes piensan en ir adelante sólo con subvenciones. Son buenas y han permitido un cambio en el panorama empresarial en los últimos 15 años, pero no son la base de un negocio. Y al que ya es empresario le recomiendo que ajuste gastos, aunque la mayoría ya lo ha hecho. Pero sin dejar de innovar, pues solo nosotros sacaremos el país adelante.
P. Parece la cuadratura del círculo...
R. Es que hemos tenido una mala educación financiera, ha sido una irresponsabilidad total el modelo de financiación de los tiempos de bonanza. Hay que financiarse con cabeza.
P. A las Administraciones Públicas, a todas, ¿qué les traslada?
R. Que den un apoyo real al mundo empresarial. Y que presionen a la banca para que se abra el grifo de la financiación. Esto es algo fundamental y que interesa a todos. Y, en tercer lugar, el cinturón nos lo tenemos que apretar todos. Quiero decir que la reducción de costes de todas las administraciones públicas es fundamental. Hay que reducir personal y eliminar empresas públicas que compiten directamente con las privadas. Aunque también es cierto que hay servicios que las administraciones no pueden dejar de prestar.
P. Emprender, ¿se está convirtiendo en algo 'sexy'? ¿Qué falta para normalizar plenamente la vocación empresarial?
R. La mentalidad emprendedora hay que desarrollarla desde pequeños. Nosotros llevamos desde hace veinte años dando charlas a universitarios, pero hay que empezar antes. Junto a ello, hay que cortar de raíz la demonización de la figura del empresario. Y también creo que hay que potenciar la formación empresarial, ya que no todo emprendedor tiene que ser también el gerente. Tendemos a acumular toda la responsabilidad, y lo que hay que hacer es rodearse de gente buena, de buenos profesionales.
P. ¿Cuál es el futuro de las patronales? Se las ve como apéndices de las administraciones...
R. Existe desconocimiento de cómo se financian las organizaciones empresariales. Las fuentes siempre han sido las cuotas de asociados, las aportaciones de patronos privados y las actividades con las administraciones. Con las dos primeras soportamos nuestra estructura. Y ambas han caído, por lo que a corto plazo lo que queda es adelgazar. Pero las organizaciones empresariales no vivimos de la formación. No se nos adjudica como a los sindicatos. De hecho, actualmente estamos financiando a las administraciones. Las patronales tenemos que hacer las cosas muy bien para que los empresarios paguen sus cuotas. Ofrecer buenos servicios para que lo que pagan sea inversión y no gasto.