La evolución de la comunidad, que acumula cinco trimestres consecutivos de descenso de la riqueza (uno más que el país en su conjunto), muestra un desplome de la inversión y el consumo público y privado.
Andalucía entró antes que el conjunto del país en la segunda recesión de esta larga crisis económica, y el PIB autonómico sigue cayendo más respecto a la media estatal. El efecto de esta diferencia sobre la convergencia económica con el resto de España y la UE será pues notable a cierre de 2012.
Según los datos del Instituto de Estadística de Andalucía, la riqueza generada en la comunidad en el segundo trimestre del año cayó un 1,1 por ciento en tasa interanual, y un 0,5 respecto al trimestre anterior. En el mismo periodo, y en comparación anual, España vio retroceder el PIB un 1 por ciento.
Además, mientras España suma su segundo trimestre consecutivo de descenso, Andalucía acumula ya cinco en esta situación. La caída del 1,1 por ciento es la más pronunciada desde la registrada en el segundo trimestre de 2010.
La consejería de Economía ha hecho una lectura sesgada y politizada de estos datos, culpando de la caída del consumo interior (privado y público) a los recortes del Gobierno central, obviando los fuertes ajustes de gasto y los voluminosos impagos a empresas responsabilidad del ejecutivo autonómico. El presupuesto andaluz representa en torno al 20 por ciento del PIB andaluz y cualquier variación al alza o a la baja tienes pues un efecto clave en el devenir económico de la comunidad.
El consumo interno de las familias cayó un 2 por ciento, mientras que el de las administraciones públicas lo hizo un 2,8. Por su parte, la inversión empresarial se retrajo aún más que en el trimestre anterior, hasta el 8,9 por ciento. Todo ello en tasa internaual. El efecto es que la demanda interna restó cuatro puntos al PIB.
Sólo las exportaciones aportan alegría y se comportan incluso mejor que a escala nacional. El saldo exterior tuvo una contribución positiva en este trimestre de 2,9 puntos, tres décimas por encima de los datos nacionales, a lo que ha contribuido el aumento del 5,8 por ciento interanual de las exportaciones de bienes y servicios, por encima del 3,3 registrado de media nacional.
Sectores y salarios
Por componentes de la oferta, las ramas primarias experimentaron una caída de su actividad del 2,8 por ciento, con una aportación negativa de una décima al crecimiento del PIB. Las ramas industriales cayeron 0,6 respecto al mismo periodo del año precedente, con una aportación al PIB de -0,1.
El sector de la construcción registró una caída del 7,3, lo que restó 0,7 puntos porcentuales al PIB regional, mientras que el sector servicios experimentó un crecimiento negativo en el segundo trimestre del año del -0,2, con una aportación al PIB regional fue de -0,1.
Respecto al empleo hubo una caída del 4,3 por ciento, mientras que el número de puestos de trabajo asalariados descendió un 5. Desde el punto de vista de la perspectiva de las rentas, la remuneración de los asalariados registró una caída del 5,1 por ciento.